viernes, 22 de mayo de 2020

"Dile que le guardé unos chiles rellenos" (Un extraño enemigo S01/E06)

Bienvenidos a un nuevo capítulo más de Un extraño enemigo, estamos ya más allá de la mitad, el final se puede sentir a la vuelta de la esquina, así que podemos empezar a prepararnos para que se acabe la historia y nos deje... quizás, encandilados; pero bueno, vamos más allá del comentario introductorio, esta es la oportunidad para acomodarnos en el asiento y disfrutar de lo que viene.

Episodio Seis: Silencio

Beto es encontrado golpeado y en mal estado en una calle, las marchas se vuelven un punto de inflexión para Ordaz, no va a permitir una sola marcha más, los jóvenes tienen encima la intención de hacer una marcha nueva, una que evite que les digan revoltosos, una que deje en claro que son más que alborotadores; el pliego sigue sin resolverse, los problemas aumentan, el periodismo internacional critica al país y cada vez la olla de presión tiene más y más energía dentro.


Beto está alterado a full, lo ocurrido con Alicia no lo tiene bien, Corona del Rosal está dispuesto a entrar a la marcha del día 13 con todo su peso, la idea es aprehender a los dirigentes del movimiento, la idea es provocar a los muchachos y con ello darle solidez a la intervención de la autoridad, Ordaz es más que claro aquí 

"Si para solucionar el problema, usted tiene que violar la constitución, a mí no me lo consulte, porque yo como presidente jamás le autorizaré hacerlo... ahora, si con su idea usted logra resolver este conflicto antes de las fiestas patrias, su amigo, Gustavo Díaz Ordaz, le estará profundamente agradecido" 

y aquí, esta conversación, es el parteaguas y el indicio que sabemos, explotará después. 

Echeverría y Barrientos siguen con los planes como debe de ser, la cosa es hacer que la explosión de en la cara de Corona del Rosal, de esa forma, sólo así, podrán quitárselo de encima; Barrientos no lo sabe, pero mientras él está presionado por lo político, sus hijos hacen de las suyas, uno vendiendo lo muy poco que tiene, el otro dejando en claro que pertenece al grupo de papá, donde no sólo recibe buena lana, sino además privilegios como los de nadie. Armando, el hijo mayor de Barrientos es muy diferente al otro, Enrique el abogado, que no sólo es legal y moralmente recto, sino que además desprecia lo que ha hecho su padre, lo que representa.

El encargado de la CIA habla con Fernando y deja bien clarito las intenciones que tienen los americanos, la idea es posicionar a Corona del Rosal, pero también de paso se lo sentencia, porque no están bien entre los dos y eso no es nada bueno, además de que es algo extraño, Fernando no coincide con él, en realidad se le nota poco dispuesto a aceptar al regente de la ciudad como su futuro presidente y se aferra a que Echeverría sea su candidato; mientras esto ocurre, tenemos también a Beto visitando a su familia, encubriendo que Alicia desapareció de su vida, se le ve triste y llorando cuando hablan de ella, pero sin decir nada, hacia el final de este segmento, Beto entrega a su pequeño hermano una colección de canicas, y sí, un montón de dinero, que a estas alturas sabemos muy bien de dónde ha ido sacando.

La idea del grupo de Fernando es esperar a que Corona del Rosal ataque, para ellos hacer peor el encontronazo, la idea es generar el mayor número de muertos, hacer más ruido del necesario, causar todo el daño posible; Beto pende de un hilo, su cordura está en el borde mientras recorre la casa en que vivía con Alicia, cada cosa le tortura y se la recuerda, lentamente es más que evidente que Alicia dejó de ser y en gran medida, quizás en toda, por culpa de él. Destrozado, el infiltrado que era medio de caza, ahora quizá se vuelva cazador.

Viernes 13 de septiembre de 1968, Marcha del Silencio, los estudiantes se preparan para que nada pueda pegarles, ese es el asunto, que nada pueda golpearlos por sorpresa, los contingentes son cerrados y fuertes, todos se conocen, todos se han visto, todos se revisan; cada compañero del movimiento es revisado de manos a pies, todo contingente se integra de hombres y mujeres que se respaldan unos a otros y que van envueltos por cuerdas. Es una marcha infranqueable.

La idea es que nadie altere el orden de la marcha. Y nadie lo altera. Cuando Fernando, instalado en una de las ventanas de las principales calles por las que pasa la marcha y en uno de los lugares desde donde se podrá ver el enfrentamiento entre los hombres de Corona del Rosal y los huelguistas, es más que evidente que no será posible infiltrarse, que los porros aunque armados y listos, no tendrán por donde entrar, empujan, gritan, procuran infiltrarse, pero no lo logran, los alumnos están decididos a cuidarse, a no permitir la entrada de nadie que no sea alumno aunque lo jure, y los contingentes se mantienen y se controlan... y ahí le queda algo bien claro a Fernando, la Marcha del Silencio debe funcionar, porque los manifestantes están organizados, demasiado bien incluso, y todo parece indicar que es mejor dejar a la marcha funcionar.

Al final el silencio funciona más, "El silencio en que hemos marchado es nuestro fuerte grito de protesta", los jóvenes ganan, y eso hace quedar peor al gobierno, que había catalogado a los estudiantes como alborotadores, como gente sin verdaderos objetivos, sin metas reales y bien fundadas; Echeverría sin embargo no está de acuerdo con la opinión de Barrientos, y lo ve incluso como un gesto de debilidad. Echeverría no es muy lejano a Díaz Ordaz, quien piensa igual, ve la Marcha del Silencio como una oportunidad para dejar en claro su respeto por la libertad de expresión, pero también lo ve como una ofensa y decide así, que el ejército tome Ciudad Universitaria.

Y mientras esto ocurre, Barrientos que iba llegando a su casa, tiene un encuentro con Beto, donde le deja claro que él no lo obligó a nada, que pudo matar a cualquier otro, menos a Alicia... pero decidió matarla a ella, no a nadie más; en un golpe de "empatía", Barrientos le confiesa a Beto que ellos son indispensables para la nació, le confiesa que lo entiende y ambos comulgan como lo que son, producto de lo mismo.

Este es un buen capítulo, creo que se merece un buen 9.7... y que sigan viendo la serie, claro. Así que anden, a ello, porque vale la pena. Nos vemos en el siguiente.

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