Amistad
Hermandad
Hay amistades que las tenemos siempre, como las buenas relaciones de hermanos, que podemos pelearnos, golpearnos, gritarnos y sin embargo, estar siempre ahí; esas son amistades perdurables e irrompibles, como las que existen raras veces entre padres e hijos o madres e hijas, esas que van más allá del nexo sanguíneo y sobrepasan esos límites para correr hacia los de la camadería.
Cuando tiene uno un buen amigo, o una buena amiga, a la que ama como hermana/o, en la que cree, confía y de la que se puede sentir orgulloso, vemos otra de las más maravillosas facetas del amor; el amor no es solamente ese nexo de pareja, ese contacto entre dos personas que se ven como complemento el uno del otro. También existen las almas gemelas acogidas en el cuerpo de amigos, personas que nos complementan, ayudan, corrigen, guían y que sin embargo no tienen una tendencia pasional en nosotros o viceversa, sino que realmente son familia, casi más poderoso que el lazo de sangre.