sábado, 26 de abril de 2014

Lo clásico... en clásico


Yo reconozco que no soy absolutamente nada culta en cuestiones musicales, tengo muchos conocidos que me miran extrañados cuando ven que adoro escuchar a The Spice Girls, Britney Spears, Madonna, etc. y que no conozco la letra de Hey Jude de memoria -ya saben, sólo el coro-, ni tampoco la de Bohemian Rhapsody (esta última ya la conozco y se lo debo a... bueno :3) o que a duras penas conozco de Queen, Radiohead, etc.; no obstante, aunque les parezca absurdo, a mí la música me es tan vital como respirar -incluso hay cierta música por ahí, de esa que respira y bebe agua, que si dejara de existir, me llevaría con ella a la tumba-, sin embargo, no sé mucho de ella o mejor dicho, soy de esas ignorantes que la gozan, pero no tiene #%ta idea de cómo nace, cómo se hace o cómo se llama... yo sólo la escucho y la siento y ya.



Ahora bien, de vez en cuando, disfrutó mucho de la música clásica, adoro a Beethoven y a Tchaikovsky... pero como les digo, poco o nada sé, además de lo que he oído; por eso cuando me encuentro con re-versiones de clásicos, me emociono tanto. Porque ya las conozco en su esencia y cuando escucho una versión refrescada con algo de electrónico o un curiosito "punchis punchis", pos ya... me la descargo y la pongo en mi cel XD

martes, 15 de abril de 2014

"El rey azul"


"El silencio sabe a estrellas, 
las estrellas a reloj, 
el reloj que marca el tiempo
para que te vuelva a ver..."



Dando vueltas por ahí, como luego hace uno, me encontré con la versión acústica de la conocida canción de Emmanuel, El rey azul; vamos, que la versión original era un poco más lenta y medio melancólica, no obstante esta, está llena de una curiosa viveza que me conquistó de inmediato. ¿Cuántos de nosotros no andamos por ahí siendo el aspirante a rey azul de alguien? y si nos mira... ¡uy, si nos mira!

Creo que hay muchos tipos de amores o bien el amor que te inspira muchos tipos de emociones, sólo los afortunados gozan de esos amores que les provocan de todo; ya saben, estar con esa persona con la que te sientes súper a gusto, esa persona que te hace reír, con quien puedes ser sincero, con quien puedes ser un bodrio o bien un genio. Me gustan esos amores, los que te reconfortan, te abrigan... pero también me gustan estos amores: los que te imponen y te dejan sin movimiento, esos a los que no les dices algo porque te sientes ridículo, obtuso o simplemente falto de valor.

miércoles, 2 de abril de 2014

Probadita...


En principio esto era un diario y un diario debe guardar todo aquello que uno se propone, los planes, las recapitulaciones, los deseos, las memorias y los vistazos al pasado; de esta forma es que por rara ocasión, me doy a la tarea de hablarles un poco de lo que tengo en miras, proyectos que les mencioné en mi nota de inicio de año y que hoy vendría muy bien mencionar ampliamente. Uno de esos proyectos, es mi deseo y mi intención, de empezar a producir literariamente digamos de una forma más profesional, más en serio, pero sobretodo, más para difundirme.


Pues resulta que ando escribiendo una novela, sí, oyeron bien, una novela en miras a crecer; de momento es una historia solitaria que va germinando de mi pluma, que tiene tintes de fantasía y más que nada, de acción. La temática es una de las cosas que más me divierte, así que no esperen una novela erudita o mucho más, porque la verdad es que sólo quiero sacar una trama que traigo entre ceja y ceja y que quizá pudiera gustarles.

Hace algunos meses, surgió un cuento sobre zombies que compartí con alguien muy especial, en su momento fue complicado que le diéramos forma y nos pusiéramos a trabajarlo, así que al final el cuento se quedó sólo en el tintero; hoy les muestro un fragmento de él porque es precisamente de ese corte del que estoy escribiendo en mi actual proyecto de novela... una probadita no hace mal a nadie y quizá, les siembre la duda (y se unen ya al reducido grupo de personas que me hacen presión para que acabe la novela XD).

He aquí pues, el cuento del que nació mi proyecto en crecimiento:

(ADVERTENCIA: el presente cuento no tiene trabajo alguno, es un pequeño surgido tal cual de la pluma, por tanto el nene no tiene modales ni sabe de buena educación; en caso de que se sentase a su lado a la mesa y le salpicara con la sopa de su plato, ruego le tenga la consideración oportuna)