martes, 25 de marzo de 2014

Crónica de un Viaje: Oaxaca III

(Para cerrar con mis entradas sobre mi viaje a Oaxaca de 2013, porque en 2014, nos vamos de nuevo al sur :P)

Mientras nos acercamos a la casa, pareciera que las calles confluyen también con nosotros hacia el mismo punto, la construcción se impone sencilla y acogedora y las plantas la rodean como parte misma de su forma; mientras sube uno la escalera, los colores estallan ante nuestros ojos: puntos naranjas, rosados, pizarra y carmín que revientan como burbujas de textura cremosa y corrugada. Estamos en una de las casas de San Antonio Arrazola, en el Valle de Oaxaca en la parte sur de México, donde la magia y la locura se manifiestan en pintura y escultura.
Alebrije
La historia de los Alebrijes, figuras de colores llamativos hechas de madera de copal, talladas a mano y pintadas todavía más a mano si es que me permiten usar la expresión, es simple pero entretenida; un hombre, Pedro Linares López, de cierta tendencia alcohólica, tuvo una visión en una de sus muchas "fiestas", donde un ser de colores y con partes de distintos animales lo llamaba diciéndole "¡Alebrije!, ven", al despertar había sido tal su impresión que no sólo quiso plasmar a dicho ser físicamente, sino que además dejó de beber (si buscan en internet, la versión oficial no es que anduviera "enfiestado" sino que se hallaba moribundo XD).

viernes, 7 de marzo de 2014

Por naturaleza...


Cuando era niña solía caminar raro, era una constante, caminaba metiendo el pie izquierdo; con el tiempo, resultó que era porque tenía el pie plano, así que me dieron terapia por muchos años, francamente, aunque digan que sí me "recuperé" la verdad es que si miran con atención mis zapatos, notarán que el izquierdo está deforme... y si me miran correr... jajajajaja, bueno, la mayor parte de las personas que me miran correr a consciencia, dicen que corro rarísimo XD.