Cuando era más chica el significado de ese deseo era un tanto distinto, tenía mucho de depresivo y mucho de sentencia, lo decía con la seguridad de los que piensan poner manos a la obra en dicha empresa, vamos que me sentía impulsada también por el peso de la inmadurez; con el paso del tiempo, se me fue pasando esa manía y de pronto, hasta me vi soñando vivir muchos, muchos años. Hoy empiezo a dudarlo de nueva cuenta y me quedo pensando en ello, dándole más vueltas al asunto que antes, pensando y repensando qué es lo que lo hace a uno querer seguir viviendo. ADVERTENCIA: esta entrada puede ser producto de mi estado depresivo actual, disculpe las molestias que esto le cause.
Muchas veces miramos la vida y resolvemos que es una mierda, lo cual es cierto, muchos de los aspectos de ella lo son, vivimos luchando contra la marea, vivimos viendo injusticias, desavenencias inconsistencias, contrastes; en lo personal hoy me siento cansada... cansada de todo, enferma, aburrida, harta.