lunes, 20 de abril de 2020

"Si tu madre dice que te ama, verifícalo" (Reseña de Primal Fear)

Recuerdo perfectamente que esta fue una de las primeras películas de este tipo que vi, lo recuerdo porque me causó una vivísima impresión y se volvió rápidamente una de mis favoritas de siempre (que tener a Richard Gere tenía que ponerla ya en ese sitio, por favor); la historia, la actuación formidable de Norton, el guión... el giro de tuerca, todo se suma para una excelente película.
Así que hablemos de este monstruo de la actuación... película incluso poco mencionada o valorada. Hablemos un poquito a nivel técnico de datos generales, para empezar con la historia: estrenada en 1996, Primal Fear o como la llamaron en latinoamérica La Raíz del Miedo y en España Las Dos Caras de la Verdad, fue dirigida por Gregory Hoblit, basada en la novela de William Diehl; protagonizada por Laura Linney, Edward Norton y Richard Gere, lleva a otro nivel la actuación de en aquel entonces un joven Norton, que no sólo estuvo nominado a numerosos premios, sino que ganó algunos, como el Globo de Oro a mejor actor de reparto.


La historia es sencillita y carismática: un abogado de Chicago al que le gustan mucho el show y los medios, intenta ganar un caso relacionado con bienes raíces y un problema de dinero con gente poderosa de la ciudad, mientras anda en esto, ocurre un asesinato terrible: el arzobispo Rushman es atacado en su casa y brutalmente agredido acaba muerto entre charcos inmensos de sangre; de primer momento no se tiene ningún sospechoso, hasta que es visto huyendo un joven acólito de la iglesia al que arzobispo tenía como protegido. 

Mientras los medios cubren la nota, es posible ver la cacería del muchacho y su detención, así, Vail (Richard Gere), decide que lo mejor que puede hacer es ayudar al muchacho y ser su abogado defensor, basta decir que tras la primer reunión con él, decide que es inocente y lo quiere defender; así comienza con caso tormentoso en el que se da cuenta que para poder defender al muchacho, tiene que abrir una cloaca bastante grande.

Rushman, resulta ser para desagrado y complicación de muchos, no sólo un arzobispo muy conocido, sino además un hombre con su pasado, que gustaba de hacer videos pornográficos empleando a los acólitos a los que les daba "ayuda desinteresada"; al mismo tiempo, el arzobispo tenía nexos con miembros corruptos del gobierno local, con quienes entablaba algunos negocios en los que se había invertido muchísimo dinero, sin sacar luego provecho alguno.

El caso se va poniendo tenso, el abuso sexual aparece confirmado en un video, la presión empieza a venir de todos lados, pero Vail se mantiene firme en que Aaron, el presunto asesino, es inocente; todo parece indicar que Vail está loco, que Aaron es el culpable y que la razón para no aceptarlo es mera propaganda y testarudez, pero entonces Vail lleva una psicóloga que analiza al joven muchacho y tras muchas sesiones de charla y revisión de su pasado y personalidad, descubre con sorpresa que lo que ocurre en realidad es que Aaron tiene una doble personalidad, Roy, quien es violento y mordaz, a diferencia del Aaron que todos conocen.

La cinta desarrolla profundamente este cambio de personalidad, como Aaron (Edward Norton), va del joven tartamudo e inseguro, cohibido y encogido, al hombretón terrible que pega bofetadas a Vail (Richard Gere) o arroja mesas y sillas por doquier; la trama va subiendo en tensión hasta que finalmente durante el cierre del juicio, Vail orilla a Roy a salir, para desgracia de la fiscal del estado que sufre su ataque (Laura Linney)...

Quiero guardar las cosas, quiero dejarles la historia a medias, sin decirles lo que ocurre en los trozos verdaderamente importantes de la película, porque esta es de esas que tiene una vuelta de tuerca genial, ya saben, de esas que te gustan; esta es de esas primeras películas policíacas que vi, recuerdo ser pequeña y estar viendo esta con mi mamá asombrada del cambio de personalidad del protagonista, al mismo tiempo que se pronto, de la nada, se da la vuelta de tuerca que lo deja a uno impávido.

Véanla, yo le otorgo un merecido 9.7, la actuación de Norton es básicamente lo que podemos rescatar de acá, siempre es genial ver a Gere, y acá no es la excepción, sale guapo como siempre, sobrio como siempre, poderoso como de costumbre, precisamente eso, el verlo como siempre en un papel como es su costumbre, hace que tengamos la liberta de mover la vista a Norton y ahí es donde la historia repunta; se las recomiendo ampliamente, sé que les va a gustar.



No hay comentarios:

Publicar un comentario