
¿Encubrimiento?, ¿lo están inculpando?, sí, eso parece.
Este capítulo ahora presenta un montón de huecos más, algunos de ellos tan importantes que en serio uno no puede creer que lo hayan pasado por alto, está el asunto por un lado de no haber investigado a otros sospechosos, como el ex novio o el compañero de casa de Teresa, ambos viéndose muy sospechosos; uno porque no reporta la desaparición de su compañera de habitación en cuatro días, el segundo porque dice haberla visto el mismo día que desapareció, pero no puede decir la hora, el momento, ¡nada!; aunado a esto, está el hecho de que ambos entraron al registro del teléfono de Teresa "adivinando" su contraseña y se inventaron un nombre para poder entrar, sumen a eso que ambos dirigen la búsqueda de la chica y son ellos dos quienes también propician que sea localizado el vehículo.

Por donde uno lo vea el asunto está sospechoso desde el inicio, además viene lo peor: un audio en que un par de oficiales hablan de que el jefe les ha ordenado hacer algo, "hacer algo" y luego otra grabación donde otro de los oficiales llama a comisaria y da rasgos y número de placas de la camioneta de Teresa, días antes de que la encontraran, como confirmando que el vehículo está delante suyo y quiere quitarse la duda de si es o no el de la chica. Cerrar el capítulo con esta posibilidad, con la idea al menos de que ese oficial pudiera haber contribuido a la recolocación del auto... es terrible, porque hablaría de un proceso orquestado por la policía y además, organizado, premeditado y por tanto, por demás perverso.

Ver las fotografías del lugar, ver los resultados de ADN de la revisión del suelo, saber que no hay un solo charco de sangre, es absurdo, la cochera literalmente es una maraña, hay cables, latas, cajas, herramientas, todo en desorden y una gran grieta en el suelo y aún así, aún con todo eso, no existen rastros de sangre; además nos enteramos que dicen que la agredieron en la cama y no analizaron nada de ella, ¿cómo es que violan, apuñalan, cortan el cabello de la víctima en una habitación, en la cama, y no analizan el colchón, las sábanas o las cobijas?, ¿por qué?. Pero lo malo no se queda a nivel de las pruebas inexistentes de sangre en la zona que es mencionada como escena del crimen, ahora también tenemos la idea y posibilidad de que los restos óseos quemados fueran trasladados de un lugar a otro, una posibilidad que es del todo creíble.

Y sí, las llamadas, las órdenes de los oficiales, los audios, los registros y los datos que ofrecen clara muestra de cómo los miembros del Condado Manitowoc indicaron a otros elementos de la investigación que tenían que encontrar la forma de hacer a Teresa aparecer dentro de la casa, o bien estar en la propiedad de los Avery... en serio, uno ya no sabe qué creer.
La conspiración es posible, es simple, es llano, puede hacerse, alguien con la suficiente autoridad lo lograría, alguien con la intención lo llevaría acabo sin problema... la conspiración es posible a todas luces y creíble para todos, espectador, abogado, criminalistas, menos por supuesto, para los jueces, jurados y policías; y sí, apenas pasamos la mitad de la serie y ya tenemos bien fincada una opinión... huele a traición, huele a inculpar.
A estos dos capítulos les doy un merecido 9.6, ambos son sustanciales y fuertes, ambos nos dejan con tanta evidencia en las manos que nosotros mismos podríamos dar un veredicto... ustedes vean la serie y díganme si piensan como yo... y nos vemos pronto en el siguiente capítulo.
¡No falten!
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