domingo, 27 de agosto de 2017

Pero yo... ¡Pero yo! (Reseña de The Mist)

¿Te gusta ir de compras?, ¿Eres de los que disfrutan con ir al supermercado? Quizá lo quieras pensar un poquito más antes de decir que sí y darle un vistazo a esta película antes. De nuevo King lo hace con una adaptación más de sus obras literarias, otra de miedo que aunque poderosa visualmente a algunos no nos asusta mucho, pero eso sí, nos impresiona bastante; Sobrenatural, como la titularon en algunos lugares, o The Mist, título original de la novela, es una película de ciencia ficción que se mueve en el universo de lo imposible y que como muchas películas basadas en Stephen King, toma lo cotidiano para volverlo monstruoso. Demos algunos datos técnicos antes de pasar al comentario como tal:

La película está dirigida por Frank Darabont, quien también participó en el guión y que además tenía desde los 80's, queriendo adaptarla; la cinta finalmente se grabó en 2007, y tiene un muy buen reparto (es gratísimo encontrarnos con rostros conocidos de The Walking Dead -Melissa McBride y Laurie Holden, acompañando a Thomas Jane en el papel principal- sobre todo con Carol en un papel muy similar al que tuvo al inicio de la afamada serie de zombies), así como excelentes efectos especiales que le dan mucha luz a la película y se vuelven de hecho, la parte más importante de ella. Y por si fuera poco, la música hacia el tercer y último acto de la película es una verdadera pasada, casi le hace honor al nombre que le dieron tontamente en México: sobrenatural.


Hablemos de la trama, el asunto es que hay una súper tormenta que azota un pequeño pueblo, Maine, (sí, como siempre es en Maine), el asunto es que la tormenta deja destrozos así que la población sale en busca de víveres, pero lo que no saben ni imaginan un poquito, es que esto puede ser peor de lo que esperaban; mientras todos van de compras y se esfuerzan por dar orden a sus casas, descubren que una rara niebla empieza a invadir el lago y que está poco a poco bajando de la montaña con una densidad poco común; aunque en un comienzo la niebla parece normal e inofensiva, lo cierto es que no lo es.

David, el protagonista, está en la fila del supermercado cuando la neblina llega al pueblo y empieza a colarse por todos lados, todo aquel lugar que esté abierto es invadido y lo que al principio recibe exclamaciones de extrañeza, pronto recibe alaridos de terror cuando la gente, espantada, huye de aquel humo blancuzco buscando un refugio, pues en aquella blanca oscuridad algo viene y está atacando o peor aún, está comiendo; asustados los que permanecen dentro del establecimiento cierran las puertas y ven con espanto a los demás huir, pronto son muchos los que atemorizados se niegan a salir a la par que otros se arriesgan y escapan.


Conforme avanza la película, lo único seguro es que no es seguro salir, tampoco dejar entrar lo que sea que viene con la niebla; el reto es sobrevivir a los horrores de afuera, haciendo frente a los miedos de adentro, el encierro, la presión, la locura empieza a brotar entre los refugiados y la personalidad de cada persona se ve afectada por lo que pasa en el exterior; así, los personajes pronto son enfrentados a sus peores pesadillas, a la par que deciden escapar... pero salir, enfrentar lo que vive en la niebla es aún peor que quedarse dentro.

Pues bien, a manera personal, debo decir que esta es una de mis películas favoritas de terror o suspenso, los efectos convencen a cualquiera y cumplen su cometido, su música es genial, así como las actuaciones; me gustaría destacar dos personajes en particular, primero Melissa McBride con una aparición rapidísima pero que en lo personal me convence horrores, una madre que implora ayuda, que pide que alguien la acompañe para ver a sus hijos y ponerlos a salvo, porque los ha dejado solos mientras ella corría a comprar algo de provisiones, su mirada suplicante y su fuerza cuando decide enfrentar el horror sola... es formidable, así como su mirada al final, cuando el horror viene menguando y su destino nos queda claro.

A esto hay que sumar a la señora Carmody, interpretada por la grandiosa Marcia Gay Harden, que es la loca fanática religiosa perfecta, su discurso cargado de absurdeces, su necedad en cada gesto y la forma como su cuerpo señala constantemente a los impuros y pecadores, es realmente convincente y exasperante; el final de la película es quizá lo mejor que podríamos encontrar acá, el desenlace es fatídico, terrible, electrizante, logra en serio hacernos decir a la pantalla con espanto: ¡Noooooo!

Vale la pena que vean esta cinta, en mi escala personal, le doy un fabuloso 9.9, porque quizá afecta un poco algunos efectos o bien que la historia no es perfectamente atemorizante, pero eso no importa, King lo vuelve a hacer, Darabont lo vuelve a hacer...

Hazlo tú y mírala, no te vas a arrepentir. 

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