domingo, 13 de mayo de 2018

Citando: Highsmith y un extraño anhelo romántico

¿Saben de anhelos románticos?

Sí, como querer ir al cine a tomarse de la mano y ver una película cursi...

O salir a comprar un helado y caminar por el parque juntos...


Pero también existen otro tipo de anhelos románticos, esos que son arrojados,

extremos,

crudos.

Esos anhelos más bien bruscos que denotan un nivel extraordinario de entrega o de pasión, esos que implican abrazos dolorosos, besos violentos, o algo más...

¿Son anhelos perversos?

Dice Patricia Highsmith:

"Una salvaje e inexplicable excitación invadió a Therese mientras miraba por la ventanilla. Deseó que el túnel se derrumbara y las matara, que sus cuerpos se arrastraran juntos."*

Pero esos son los anhelos oscuros, desesperados, esos que uno no puede controlar, ni contener, los que duelen y sorprenden...


Aunque en muchas ocasiones, esos anhelos poderosos, que carcomen pueden ser diferentes, pueden ser simples.

 Veces uno solo anhela un regreso, un saludo, una llamada, una sonrisa... Pero lo anhela con la misma intensidad que se desea morir sepultada bajo escombros como Therese.

Hoy es día de anhelos... Hoy, yo anhelo.


*Highsmith, Patricia, Carol, Anagrama, Pag. 71

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