Hemos estado hablando de la serie, pero no le hemos dado espacio al intro... ¿es la gran cosa?, pues no, pero para uno que se crió en escuela publica, sí deja como un trancazo emocional muy raro...
Por favor, óiganlo, les va a causar, algo.
Pasemos al capítulo en forma porque se vienen cosas interesantes, quizá sólo antes de continuar, convenga mencionar que esto es una coproducción entre Televisa y Amazon Prime, que se dio a conocer en 2018, que retrata hechos del Movimiento Estudiantil del 68 y que refleja bastante bien lo que era la, como dice cierto personaje, mafia del poder... pasemos a lo que nos atañe:
Episodio Cuatro: Pistolas
Abre el capítulo con el asesinato del Editor de un periódico, sí, el mismo al que Fernando le dio indicaciones de realizar determinadas publicaciones en un orden adecuado a sus fines, como también asesinan a otro sujeto, luego nos damos cuenta que le están dando un mensajito a Fernando, uno bastante ponzoñoso si se piensa (pero no menos merecido, la verdad); Fernando no obstante ahora tiene que lidiar con otro asunto, su mujer está haciendo labor de caridad, todo para ayudarle a su marido a posicionarse mejor, o al menos así justifica los 50 mil pesos que le pide al pobre (ni tanto).
Así pues, picado porque le avisaran de los asesinatos contra su gente usando un arreglo floral, Fernando acude a Corona del Rosal para dejarle bien claro que sabe que él fue, para su mala suerte, el Jefe del Departamento del Distrito Federal, acaba de tener una charla con el jefe de las fuerzas armadas, quien le deja bien claro que aunque los gringos estén tirando de los hilos, él nunca va a apoyar un golpe de estado; sí, así de densas están ya las cosas acá, el país en el caos social y los americanos listos para dejarse ir sobre los restos y a la rapiña.
Llama la atención la reunión que tienen las fuerzas armadas con el Presidente Díaz Ordaz, donde es claro que el Regente Corona del Rosal, ha intentado mover a los militares, pero desiste cuando charla con Barrientos, ahí se rompe la lucha y deciden echar atrás el golpe de estado, para dejar al Presidente hacer lo suyo, jugada muy interesante.
Fernando charla con Elena, dejando en claro que no está de acuerdo con que trate en su espacio en el periódico, temas que pueden traerle problemas por su contenido político y su crítica a organismos muy poderosos; la esposa de Fernando tiene por su lado su aparición en sociedad y le sirve sólo parar darse cuenta que su marido es visto por los políticos, ricos y poderosos sólo como un policía, algo así como el sacaborrachos de Gobernación, lo que la crispa sobremanera. Ahí decide ella empezar a funcionar como el informante de su marido en esos ambientes.
Enrique, hijo de Barrientos decide renunciar a su empleo, porque es plenamente consciente de que sólo se lo han asignado para quedar bien con su papá, al que le mandaban mensajes vía él o bien, al que intentaban hacer la barba constantemente; de pronto, una noche sin más ni más, en una jugada muy astuta, Fernando recibe una amenaza real, sobre su escritorio donde antes no había nada, dentro de su casa y mientras cenaba, aparece un sobre conteniendo el artículo que Elena pretende publicar en el periódico, en el que puede leerse la idea de que la CIA asesinó a Luther King, asunto que la dejaría más que mal parada y la volvería un blanco fácil, y claro con la contraseña que la CIA le ha asignado como su "colaborador" (cosa que nos hace pensar en los documentos y registros que se dieron a conocer del movimiento estudiantil y la injerencia de la CIA durante 1968).
Mientras el tonto de Beto actúa de formas que hacen ver que no es de fiar, llegando a reuniones estudiantiles en las que no debe estar, además de tarde; Echeverría comete el error grande de este momento, alimentado por la rabia de que los estudiantes le desobedezcan, busca hacer que los trabajadores de la Capital se manifiesten a favor del Presidente, su figura y su autoridad, busca pues el apoyo del Sindicalismo (acude a un figurón, Fidel Velázquez) pese al consejo negativo de Fernando, que tiene que entender que el jefe es el Secretario de Gobernación y no él, claro, que el Secretario pide apoyo a cambio de ciertas promesas que ahora lo dejan endeudado y con mayores compromisos para ascender a la silla más importante del país; pero claro, la idea de Echeverría acaba siendo un fiasco y los trabajadores obligados a marchar en reconocimiento a la figura gubernamental, acaban agredidos por granaderos y uniéndose al movimiento de los estudiantes. Chasco se lleva el pobre de Echeverría y con ello, Díaz Ordaz.
¿Recuerdan que Fernando le fue a hacer ojitos a los de la KGB?, bueno, pues estos le mandan lo que pidió, las pistolas, viejas y de poca circulación de origen rusas, pero de ahí se desprende la nueva conjura para el movimiento; bajo la sentencia de que las manda el Partido Comunista, uno de los dirigentes recibe la maleta con las armas, que de inmediato son ocultadas y puestas a resguardo por los líderes del movimiento estudiantil, convencidos de uno usarlas porque huele raro su presencia y no vaya a ser un gancho; una pequeña referencia a la homofobia de la época, nos sirve de conexión hacia el conflicto de Fernando y Elena sobre la censura y no publicación de su articulo sobre Luther King y sí, de ahí nos vamos directo al momento principal.
Fernando entra en tensión automáticamente, desesperado, enojado, da con el hombre (oficial también) que perpetró los asesinatos de sus dos fieles servidores, así que sin más lo asesina no sin antes decirle que se le pasó la mano, luego descubre que el sujeto no estaba solo, que vivía con su hijo pequeño y apabullado se larga de ahí; en otro sitio de la ciudad, más gente la riega: los dirigentes del partido tienen una fiesta en la que beben, fuman y están muy alegres, así hasta que aparecen en el lugar integrantes de la FENET (Federación Nacional de Estudiantes Técnicos) un organismo conocido por estar integrado por Porros del Politécnico. Al ritmo de Light my fire de The Doors, se arma la trifulca y entre golpes, gritos y amenazas, el Memelas, uno de los dirigentes del CNH, saca una de las famosas pistolas rusas y dispara a lo tarugo.
El saldo es que acabe herido uno de los mismos miembros del CNH, para tragedia, el novio de David, el líder del movimiento; todo se pone muy mal, Beto tiene que hacer algo que no debería, convence a los amigos de que llamará a un mentado primo, que lo llevará a recibir atención médica con un veterinario, porque si los agarra la policía hasta ahí llegó el movimiento. Finalmente, el segundo de Barrientos, Navarro, llega hasta donde está Beto y le ayuda a deshacerse de los policías que fueron a ver qué ocurría y se lleva a los dos, herido e infiltrado, a recibir atención médica. Mas con lo que no cuenta Beto, es con que Alicia, su novia y miembro del movimiento, observa el momento en que se sube al vehículo de un agente de la DNS, y sí, descubre su papel de infiltrado.
Este es de esos capítulos buenos buenos, tiene de todo, pero sobre todo ahonda en los personajes en sus distintas facetas, se mete con los del gobierno, con los muchachos, es decir, le tupe a todo y nos ayuda a entender muchas cosas; creo que es de los mejor elaborados, así que merece el aplaudo. Yo le otorgo un merecido 9.8 y espero que se queden al resto de las reseñas y que se den el chance de disfrutar la serie, porque sí lo vale.
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