lunes, 11 de febrero de 2019

Pre-reseña Capharnaúm

Tuve la oportunidad de ver esta belleza en el Festival Internacional de Cine de Morelia 2018, y hasta que vi Roma, esta era mi candidata a Mejor Película Extranjera e incluso a Mejor Película, así que voy a hablar de ella un poquito, en plan pre-reseña porque luego, merecerá un comentario más profundo. Hablemos poquito de ella, apenas lo suficiente para no guardarme la bola de emociones que me dejó cuando la vi y que traigo aún encima.

Capharnaum, es una película libanesa y cuando entramos a verla, no sabíamos de que iba, para colmo entramos un poquitín tarde y nos perdimos los primeros minutos de ella, pero créanme, no importa, porque golpea igual; la cinta escrita y dirigida por Nadine Labaki, retrata un fragmento de la vida de Zain, que con solo doce años, toma la decisión de demandar a sus padres por el crimen de haberle dado vida.


Así de fuerte, y ya deberían estar llorando, porque la que se viene es buena.

Contada primero usando el final y mezclándose de a poco con la historia principal, empezamos a entender el porqué Zain está tomando esta dura decisión, pronto entendemos que vive en una casa horrenda, con un montón de hermanos más pequeños, que tiene que enfrentar el que sus padres vendan a su hermana a cambio de unos meses de renta y que se ve obligado a huir de lo que siempre ha conocido como hogar, para acabar viviendo con una inmigrante en un barrio de casitas de cartón, charcos, lodo y polvo por doquier; a la par que vemos una historia digna de indignación, rabia, enojo y reprobación, vemos una fábula entrañable, una aproximación al valor inconmensurable de un niño. Porque ni la desgracia, ni las peores tragedias hacen a un niño perder su inocencia.

Contrario a lo que muchos creen, que un niño que sufre tanto pierde su infancia, creo que aquí nos demuestran lo contrario, no lo pierden, lo encapsulan, lo guardan dentro de sí mismos y se lo niegan al mundo, porque el mundo les probó que no merece que se lo muestren. Esa es la cruel realidad, son niños por dentro condenados a guardarlo, porque la vida es lo bastante mierda pare merecerse verlo.

Zain se vuelve así niñero y padre, pronto las circunstancias lo llevan a hacerse cargo de un pequeñito con el que no tiene parentesco alguno, pero al que no puede dejar, porque pese a todo lo que lo ha marcado y la crueldad con que lo van tratando, él sí sigue siendo humano; Zain sufre las circunstancias de nacer en un país y bajo una condición política que le niega incluso lo más básico: identidad.

Mientras se ve obligado a incorporarse a esa sociedad enferma y casi fundirse con ella: vendiendo el pequeño bebé como vendieron a su hermana o apuñalando al marido de ésta después, Zain desespera y desde el sitio en que toca fondo toma manos a la obra para condenar a los verdaderos responsables de su desgracia: sus padres.

¿Vale la pena verla?
CLARO, ¿qué están haciendo aquí perdiendo el tiempo con mi comentario absurdo?... ¡VÉANLA, POR DIOS!

¿Ganará a Mejor Película Extranjera en la próxima entrega de Oscar?
Ay por Dios... hasta antes de Roma, en serio esperaba que eso ocurriera, pero como están las cosas, no sé si eso pueda ocurrir, lo que sé es que si gana será merecido, porque es hermosa.

No lo he dicho antes, pero la película es entrañable, hermosa, conmovedora, te hacer reír a llorar y te hacer sufrir a llorar, empatizas con ella porque no tienes opción, te orilla a ello, se mete dentro de ti y alimenta tu espíritu igual que lo fractura; véanla, se las recomiendo con todas las ganas del mundo, vale la pena y espero que gane algo... porque lo vale.

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