martes, 12 de febrero de 2019

Pre-reseña BlacKkKlansman

Comedia... ¿Comedia?

¿Caricatura?

Ambas, definitivamente ambas, pero creo que una de las nominaciones más... "desperdiciadas", vamos a decirlo, de los Oscar de este año, ¿por qué?, bueno, porque con sólo ver los últimos cinco minutos de película sabemos y muy bien, que no va a ganar, ¡ni a patadas!
Este es el comentario de la impresión, quiero aclarar, así que no esperen la profundidad de una reseña propiamente elaborada, pero sí la expresión de una espectadora enamorada del cine y abierta a toda posibilidad. Y esta es una de esas.

Cuando empecé a verla, creí que me enfrentaría a un drama, porque desde luego el tema se presta para eso, pero no fue así, conforme pasa la película y poco a poco en mayor medida, descubrimos que no estamos frente a una historia seria y llena de altibajos y claroscuros, estamos delante de una caricatura, de un hecho real, tan real de hecho, que cae en lo divertido, lleno de bobería, simpleza e ironía; pareciera mentira, pero de temas tan crudos y crueles es de donde salen a veces las mayores simplezas y simpatías.

Hablamos del KKKlan, no es una organización simple, no es para nada un tema de niños y sin embargo nos damos cuenta que la radical obsesión de sus líderes los lleva al pensamiento más absurdo, más obtuso y son menos que niños incluso de tan extremos y obcecados; pero no nada más los miembros del Klan, sino también los contrarios, la comunidad negra que busca ser reconocida y quitarse el yugo de quienes los oprimen con violencia y sin recato, estamos ante dos bandos que son capaces de decapitarse unos a otros solo por su rivalidad, ambos dispuestos a la guerra, ambos dejados a la voluntad de su rabia y descontento.

Me recuerdan en algún sentido aquella frase de Juego de Tronos, de que al final no importa quien gobierne, porque gobernará cenizas, pues así, más o menos así está el asunto acá; la película es muy buena y así como tiene momentos sumamente rudos y serios, tiene otros que arrancan una sonrisa, la caricatura está al por mayor y se disfruta, es una película para verse con gusto y relajadamente...

Hasta los cinco minutos finales.

Ya en algunas partes de la película el discurso es directo y nos empieza a sonar familiar, conocido, porque de pronto uno puede parpadear y creer que lo que escucha es venido de un anuncio de Donald Trump, y cuesta unos diez segundos darse cuenta de que no es un anuncio del presidente actual de los USA, sino un diálogo real de la película y ya, lo dejas pasar y sigues disfrutando, pero quince minutos después hay otro, luego otro... y el final, no sólo son diálogos "muy parecidos", no. El final es un fragmento de los disturbios que el propio Trump ha desencadenado en Estados Unidos en los últimos años.

Pronto dejamos de ver una película basada en hechos reales, para ver vídeos de lo que son esos disturbios reales, vemos a la gente ser arrollada en las calles, a los supremacistas blancos marchando por las avenidas y los oímos clamar por la purificación de su nación; y eso da muy mala leche, la verdad, demasiada mala leche. Primero porque la película dilapida solita su oportunidad de un Oscar, esos últimos cinco minutos a manera de película de protesta le dan en la torre a su posible premiación, yo no creo que la Academia con el antecedente de negar premios a mejores películas por pura política, se permita premiar ahora, yendo a favor de alguien que va contra "El Presidente".

Es desde mi opinión una nominación merecida, no obstante, desperdiciada; pero bueno, sólo la ceremonia misma, lo dirá.

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