jueves, 22 de noviembre de 2018

"¿Cómo va la novela?" (Mujeres Asesinas, México S02E13) FINAL DE TEMPORADA

-¡Bueno y la niña y tú qué, al fin y 
al cabo es mi vida, ¿no?
-¿Tu qué?, ¿tu vida?... 
¡¿Qué clase de vida, hijo?! JAJAJA


Carmen honrada

Voy a ser bien franca, de todos los capítulos de esta serie en versión mexicana, este es EL CAPÍTULO, puede ser que me ponga algo emocional por la similitud de Carmen Salinas aquí a alguna referencia familiar o puede ser sólo la historia y sus connotaciones las que me conmuevan tanto, el asunto es que en este episodio encontramos la esencia que debía tener el libro y de haber tenido más cuidado, la serie misma; soy de la idea de que el libro de Marisa Grinstein inició como una idea loable, o por lo menos excelente y original, pero como todo, la fama y el boom de una idea buena, hacen que acaben por desgastarse y descomponerse.

En Carmen honrada nos encontramos a personajes muy clásicos de la sociedad mexicana y por eso es que despiertan mayor inquietud y nos conectamos tanto con los personajes, haciendo de esta una historia de todos los días, a la que todos estamos propensos y que todos, de una u otra forma, hemos visto ocurrir; aquí es un asunto de clasismo, muy típico de las sociedades latinoamericanas, una historia muy de calle, de hogar, así que vamos a ella:


Carmen es una mujer ya mayor que trabajaba de señora de la limpieza o sirvienta o "gata" con una mujer de dinero y buen nombre con muy altos estándares, Carmen, que es interpretada por Carmen salinas, soporta estoica el acoso y la humillación de su patrona (Cecilia Gabriela) porque es el único sustento de su hogar; madre de un hombre alcohólico que se dedica a la fontanería pero que no da pie con bola por andar en el chupe, y abuela de una joven adolescente con muchos sueños pero obviamente, muy chica para entender todo el peso de los actos de cualquiera, la pobre mujer tiene que ir por la vida con sus achaques de años de trabajo pesado y además, soportando las neuras de aquella.


Aunque Carmen es buena y soporta con ahínco los embates de aquella su patrona, poco a poco el peso de los años le pasa factura, pero convencida de que no puede perder el trabajo carga con su nieta a la casa, esperando que la dueña acepte a la chica como su ayudante mientras está de vacaciones; Susana acepta a la muchacha no sin antes burlarse de lo lindo por su nombre, dejando nuevamente más que claro su creciente odio hacia los que considera menos que ella, es una relación tóxica por donde se le vea, Susana considera que es de mejor clase por tener los ojos claros, el cabello rubio, mientras que Carmen, su nieta, su hijo y cualquier otro empleado de servicio, no es sino una basura que no puede compararse con ella.

Aguerrida, Susana observa y fiscaliza cada movimiento de Carmen, llegando a extremos como revisarle las uñas, la ropa, las bolsas que usa y hablarle mal de todo lo que puede; conforme avanzamos descubrimos que gran parte del odio de Susana radica en que su esposo la dejó por alguien primero más joven, luego del mismo tipo que Carmen, ni rubia, ni de ojo claro, ni de clase. Leonardo, el hijo de Susana es todo lo contrario a ella, es un joven que no discrimina, no presiona y que incluso aprecia y valora a Carmen, pero como buen adolescente, se fija en Jennifer, la nieta de su señora de servicio y ahí empieza el acabose.

Torturada al saber que su ex marido va a formar una familia con su nueva pareja, golpeada en su orgullo y ego al ver cómo su propio hijo piensa como su ex marido y le da el valor a las personas tal como lo merecen, Susana empieza a degradarse y muy pronto la mujer recia y ácida de siempre se transforma en un monstruo insufrible, grosero, agresivo, hostil; Carmen navega por aquella locura, pasando desapercibida, haciendo su trabajo, rezando para que su hijo haga bien las cosas y soportando despidos y humillaciones cuanto puede, pero no es sencillo. Luego de una discusión entre Guillermo su hijo (Luis Gatica) y la señora Susana, Carmen tiene que salir de la casa corrida, amenazada con ser acusada de robo y con el rabo entre las patas, escuchando que es una vieja y sollozante con solo el apoyo de su nieta, quien tiene que irse de la casa, con el temor de no volver a ver a Leo.

Uno pensaría que ahí terminaba el asunto, uno desearía que ahí terminara, porque Susana es un animal rabioso y sabemos de sobra con sólo ver cómo van las cosas, que Carmen acabará siendo su víctima preferida y en una de esas, su presa si no se quita del camino; pero ocurre, como suele ocurrir en las tragedias de este orden. Susana llama de regreso a Carmen porque va a tener una cena importante con amigos de su ex marido, gente con la que no convive porque no son sus cercanos, pero a los que quiere ver por mero orgullo; así Jennifer y Carmen vuelven a la casa, sólo para sembrar lo que acabará por ser un desastre con sangre de por medio.

Así, tras encontrar Susana a Leo y a Jennifer consumando su amor, Carmen es echada a la calle acusada de robo y quién sabe qué más, aterrada, Jennifer no logra intervenir para protegerla y ante las acusaciones y señalamientos que sobrepasan todo lo pensable, Susana, teléfono en mano, hace su última agresión, que acabará por condenar a Carmen a la cárcel.

El capítulo es bueno, el capítulo es formidable, aquí sabemos la calidad de interpretación de dos actrices: Carmen Salinas y Cecilia Gabriela, a una se le adora desde que aparece la primera vez en la pantalla y a la otra se le aborrece de igual manera, las dos llevan sus actuaciones al límite y lo logran al punto que le sacan a uno aplausos y alabanzas; la forma como a Cecilia se le atoran las palabras cuando se enfurece, sus gritos, sus exhalaciones violentas, la serie de expresiones faciales y la increíble presencia que tiene, frente a las lágrimas, a la entereza de Salinas, son una joya. Sí, este es EL CAPÍTULO, ojo acá, el DIEM ni aparece, ¡apenas se asoma y eso es FANTÁSTICO!, no se necesitan, sobran siempre y en cada uno de los capítulos y en este, donde apenas y hacen acto de presencia, se siente todo natural y ni se les extraña, al contrario, se les agradece.

Odiosos acá los adolescentes, que por andar de calenturientos producen semejante catástrofe, Susana estaría viva si el idiota de su hijo no hubiera antepuesto sus "necesidades" físicas y si la muchachita tarada no hubiera accedido a sus tonteras fisiológicas; Carmen salinas y sus empanadas, una chulada, porque sabe que su nieta ya metió las cuatro y no le queda más remedio que intentar darle tiempo por lo menos de alcanzar a ponerse los calzones, pero pues no, nada más no jala el asunto.

Si quieren ver uno de los capítulos nada más, porque la serie en sí no se les antoja, creo que el mejor es este, que sirva de introductorio o de broche de oro genial; si queremos avergonzarnos de cómo tratamos a los demás por su color de piel o condición social, bueno, acá está el buen ejemplo, este episodio sirve para que nos sacudamos y nos de la vergüenza ajena, todos hemos sido clasistas y más nos vale que poco a poco nos lo vayamos quitando, eso sí, si llegan al punto de no sólo ser clasistas, sino además discriminar y además ser miserable con la gente, entonces sí que estamos mal.

Al capítulo le doy un merecido 9.9... insisto, si quieren ver uno, este es el mejor, un digno final de temporada, una que nos dejó cosas muy flojas (como aquel de la Cecilia prohibida), que la verdad es que bien podríamos dejar pasar porque van sin pena ni gloria y no mejoran para nada el valor que le damos a la serie al completo, hasta cosas en serio lacerantes como este, que nos sacaban escalofríos o nos revuelven la panza (como por ejemplo el de Soledad cautiva, Tita Garza estafadora o Rosa heredera).

Creo que Mujeres Asesinas es una serie buena, vale la pena verla, quizá no sea la joya de la televisión que todos esperamos, pero tiene una buena calidad, está bien hecha, tiene actuaciones loables y sobre todo historias que atrapan, que conmueven y que logran que nos emocionemos; cuando alguien logra que nos emocionemos, tiene en sus manos un trozo nuestro y se le debe agradecer.

Así que aplausos, porque terminamos una temporada más y con un capítulo genial... veremos si en la próxima temporada, encontramos también calidad.

O nada qué ver.

¡Hasta entonces!

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