jueves, 27 de septiembre de 2018

"¿Pues qué te tengo que heredar para que me aguantes?" (Mujeres Asesinas, México S02E05)

"La única culpable de que esté aquí,
tirada en un charco de sangre es la soledad,
mi soledad."


Rosa Heredera


Híjole, aquí sí tengo que arremangarme y agarrar mucha inspiración, porque de todos los de la temporada, entre el de Tita Garza y este... en serio, no sé cuál es mi favorito; no, un momento, también está el de la grandiosa Carmen Salinas y creo que les gana, estos tres capítulos hicieron que la segunda temporada valiera la pena, pero bueno, hablemos poco a poco. ¡Ah! y antes que se me olvide, la primer aparición del DIEM en este capítulo es tan mala, en serio, TAN MALA, los dos médicos, el forense (Mauricio Castillo) y la psicóloga, de verdad dan vergüenza, con el dialoguito de que los "Muertos hablan", que créanme, mejor dirigido y mejor actuado sería un boom, pero lo hacen tan mal que ofende, ¡es irrisorio!, la psicóloga en serio es pésima actriz con sus palabras entre un jadeo insinuado y serio, como si hablara con una solemnidad boba, advirtiendo con sólo escuchar el audio que la mujer que llama es un peligro. MALO.

En serio, el DIEM en este capítulo sobra, pero como la espuma que se cae en la barra desde el vaso de cerveza helada, ¿ustedes la chupan de la superficie barnizada donde todo mundo ha puesto las manos, y en el mejor de las casos sólo eso?, ¿no verdad?, pues nadie va a ir a lamer eso, ya no sirve, sobra, se cayó, ¡lo perdimos!, así está en este capítulo el grupito de detectives insípidos y bobos (ni la Bianchi la libra, lo juro); pero bueno, pasemos a lo que nos truje: 

Rosa (Daniela Castro) es una estilista dedicada a su trabajo y también a ver a sus clientas con ojo analítico, buscando, siempre buscando; Inés (Silvia Pinal) es una mujer entrada en años y soltera, que vive neceando con su hermana, aparentemente, víctima de una soledad infligida por lo mala que es la vida y lo trágico que puede haber en la vejez. Cuando ambas se encuentran comienza a gestarse una tragedia con todas sus letras, pero de esas que uno se queda pensando... ¿quién es el villano acá?

Rosa se mete en la vida de Inés poco a poco, haciéndose indispensable para la solterona, que a la par que encuentra compañía en su nueva amiga, también encuentra apoyo en todos sentidos; cuando la mujer mayor decide poner a Rosa en su testamento a causa de la muerte de su única hermana (Lorena Velázquez), no está haciéndole un favor, está firmando un contrato, sin querer, Rosa está aceptando con su futura casa, la responsabilidad de cuidar de una mujer necia, que berrea como la mejor, que la cela y la quiere controlar y que a cambio de un futuro bien, le exige tiempo y cuidados.

Lo cierto es que el capítulo es de esos contados de la temporada y de la serie incluso, que exasperan, las dos actrices están formidables, regias y dominantes, la guerra entre ambas es palpable y uno detesta a una por ambiciosa, burlesca y falsa, y detesta a la otra por exasperante, terca, obsesiva y controladora; Inés yendo a la estética para confirmar que Rosa se le niega, llegar gritando enfrente de los clientes, acusándola de oportunista y cantándole la casa, Rosa enojada porque la anciana se equivocaba al tomarse los medicamentos o no encontraba algo...

Lo dicho, las dos están geniales.

La escena final, el discurso de Silvia Pinal es un agasajo, debo puntualizar que el capítulo es un poco diferente al original de la serie argentina, pero no le pide nada, es muy bueno; hay que reconocer que si quitáramos todas las sosas y bobas apariciones del DIEM (osea, en serio, estando ahí sentados con Rosa ensangrentada le toman muestras y ahí mismo les llegan los resultados de la prueba de ADN, ¿en serio?, luego se ponen con acetatos a comparar las huellas de las manos de Rosa en la pistola, ¿ahí en la casa?, ¿sentaditos con el cuerpo de Inés en la mesa y la otra empapada de sangre en la sala?, ¿traían las impresoras y archivos de huellas en el auto?, ¿la Bianchi tiene una impresora instalada en la axila?... ¡horror!)

Voy a ser franca, el capítulo me encanta, pero no me encantan los detalles que lo hacen flojo y sin chiste... si no fuera porque las actuaciones son tan buenas, lo odiaría... pero como no, le doy un fenomenal 9.7 y les recomiendo que lo vean... ¡háganlo!, no se van a arrepentir.

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