martes, 31 de julio de 2018

Julio, el mes de las pérdidas

El título de la entrada debe decirlo todo, este fue el mes de las pérdidas... y qué terrible.

A principios de julio, el día 5 para ser precisos, mi compañero de siete años, mi pequeño peludo dejó el recinto... y la ironía con la que casi no puedo vivir, es que justo un día antes, tuiteara yo aquello de que estaba en el mes de su cumpleaños siete y que en septiembre cumpliría su aniversario conmigo... tampoco puedo concebir que por alguna extraña razón, desde el momento en que me dijeron que se había salido, supe que no iba a regresar...


Aún así, encontrarlo muerto, cargar en mis brazos su cuerpecito helado y maltrecho, fue la experiencia más espantosa que he tenido, ponerlo en aquel agujero frío ha sido horrible... y sin embargo, bastaba mirarlo para saber que ya no era él... qué chingos de falta me hace... no obstante, agradezco el haberlo tenido y ya puedo hablar con paz de él.

El dieciséis de julio, mi abuelita cumplió un año de haberse ido... ha sido el año más pinche de toda mi vida, me hace una falta, que parece que camina una con una herida en el pecho, que sangra y sangra... y no sé de dónde sigue saliendo sangre... y no sé cuándo va a dejar de salir ni a dónde va a parar.

También en julio tuve que enfrentarme a aceptar que ya no podía hacerme la tonta... que tenía que aceptar lo que mis ojos estaban viendo y que por mucho que mi corazón implorara, la verdad estaba ahí y tenía que estrellarme contra ella u ofenderme a mí misma.

Me estrellé, dejé que cada parte de mi cuerpo se rompiera... y miré a mi corazón estrangularse a sí mismo...

Mi madre dice una frase muy sabia siempre que una habla de estas cosas

"Tristemente, uno no se muere de amor"

Así que, la muerte de Terry, no me va a matar.

La partida de Conchita, tampoco me va a matar y que porquería es que no lo haga.

La ausencia de mi amor, la esperanza de mi vida, mi luz, mi peque, no me va a matar.


Y tengo que seguir, porque me queda todo ese amor que siento por los tres... porque me queda toda la enorme fuerza que me dieron y la fe que tengo en que todo va a pasar y a mejorar...

Porque dejaron este corazón a reventar. Y es seguir o acabar. Y no quiero acabar.

Disculpen si no hay mucha acción en la Osezna por unos días... una a veces no da para más.

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