jueves, 31 de mayo de 2018

Sobre caer en el agujero

No sé si les ha pasado, pero al menos a mí sí, hay ocasiones en que siente uno que está en un agujero: emocional, profesional, espiritual, familiar, de pareja, de todo; en mi caso, me he sentido en todos juntos o bien, que estoy dentro de uno lo suficientemente profundo para que quepa todo. ¡Se come todo el muy cabrón!, si se me permite la mala expresión y hasta un suave o muy amargo dejo de desconsuelo.


En los últimos días, semanas o quizá debería decir incluso meses, me he sentido así, justamente así, hundida muy profundo en un pozo del que me cuesta mucho salir, es como una especie de abandono que hace que me sienta bloqueada, desesperada a veces, un tanto frustrada y porqué no decirlo también: desconsolada.


Pero siempre debemos pensar que no hay mal que por bien no venga, estos días en hastío han servido para ubicar con más facilidad a la gente que sí me nutre y me hace crecer, y a la gente que ni una ni la otra, sino todo lo contrario; luego nos rodeamos de pura gente tóxica, nos alimentamos de negatividad y entramos en un círculo que lejos de ayudarnos a respirar nos asfixia un poco más.

Así que puedo estar contenta de que de todo lo extraño de mi abrumado estado de ánimo, he sacado buenas cosas que debo mencionar: Tengo una nueva amiga, conocida de tiempo, pero ahora buena amiga, que en estos días ha sabido demostrarme lo cercano que alguien puede ser, sin interés extraño, sólo un neto interés por la persona, sin ensoñaciones falsas, sólo una amistad concreta y firme basada en apoyarnos y fortalecernos; reafirmé mi hermandad con mi amiga de infancia, con mi hermana del alma, ella que ha sabido acogerme, consolarme, crecerme, emocionarme y aceptarme como soy, con una sinceridad real, con un amor neto.  


También he consolidado mi amistad con otro buen amigo, uno que a diario está ahí, para mí y que ha tenido la garra de corregirme y la entereza de soportarme.

Sí, han salido cosas buenas de lo malo, he crecido en medio del pesimismo que deja el sentirse solo, frustrado, angustiado; hoy me siento abrumada también y un tanto perdida, me siento sin sentido y quizá hasta abandonada, porque he visto cómo pierdo cosas que me son básicas, porque me he encontrado sin apoyo o reconocimiento a mi trabajo, porque he perdido oportunidades por circunstancias ajenas a mí, porque me he visto en situaciones de burla, de abuso y de discriminación. Pero con todo y todo procuro reconstruirme, no sé cuándo, pero me recuperaré, porque lo que me tenía realmente molida era la salud mermada de mi madre, eso es lo verdaderamente importante, lo que más me importa y en eso debo enfocarme.


Prioriza uno sus necesidades y prioriza uno sus anhelos y preocupaciones, y aunque todo pueda tumbarte, sólo determinadas cosas realmente te hieren o lastiman; aférrate a ellas y soluciona esas… y pa’delante.

2 comentarios:

  1. Esas cosas pasan, te entendemos. Animos y suerte en todo lo que hagas.

    ResponderEliminar