miércoles, 12 de julio de 2017

The Keepers: Los Sospechosos (E05)

¿Quién es el hermano Bob?

¿Existió el hermano Bob?

Esas dos preguntas nos acompañan desde el final del capítulo anterior, ese hueco en la historia es el que mueve la ruleta esta vez, sabemos que hubo un asesinato y sabemos muy probablemente cuál fue el motivo para matarla o parte de él, pero lo que no sabemos es a ciencia cierta quién la mató, dónde... en este caso el probable porqué no es suficiente.

La historia de Lil Hughes es perturbadora, el sabes que ella había sido... usada de una forma tan meticulosa, lo deja a uno pensando, porque no estamos ante un sistema arbitrario, sino ante una real empresa que aunque suene amarillista, podríamos llamar: del terror; ahí tienen a una víctima que se planta frente a su agresor, que lo mira descompuesto, deshecho y puede verlo a los ojos para decirle que ella fue su víctima, que ella estuvo en sus manos y él acabó con parte de su vida... pero él ya no siente nada, él no puede decir nada... él ya está vacío.


En el capítulo cinco además de escuchar el relato de una de las víctimas que se reúne con el sacerdote al que se acusa de abuso, también escuchamos la historia de algunas chicas que sospechan que sus tíos fueron el asesino de la hermana Cathy, lo que nos deja con una inquietud muy grande, porque entonces realmente no sabemos que pensar; ambos hombres violentos pudieron haber cometido el crimen, charlas dejadas como sin querer parecen inculparlos, evidencias que nadie puede comprobar del todo... ¿está la respuesta ahí realmente?

La evidencia es mucha, camisas ensangrentadas, collares, sonrisas malvadas, silencios insinuantes, cadáveres que se mencionan pero que no podemos constatar; pareciera como si las pistas estuvieran ahí, como si quisieran ser leídas pero nuestra incredulidad aún no pudiera darles alcance. De pronto el documental se desvía, hay que decirlo, porque es necesario entender eso, se desvía de la historia original, del crimen que nos sirve de hilo conductor y se va directo a otras cosas, se concentra en especulaciones de posibles homicidas, pero entra tanto en la vida de ellos, en sus parientes y amigos así como en sus entornos, que se pierde por momentos el sentido de las cosas...

Aquí el documental afloja, pero no muere.

Aunque se van mezclando las historias, lo cierto es que este capítulo, el quinto, se mantiene sobre esa premisa, presentar sospechosos cuyas familias o amigos les acusan indirectamente de haber cometido el crimen; pero son acusaciones sin resultado, no llevan a ningún sitio que no sea la duda. 

Les sugiero que lo vean, le doy al cap un 8.0... pero vale la pena que lo vean y ustedes juzguen.




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