miércoles, 22 de marzo de 2017

Matar o morir... ¿o matar por matar?

A lo largo de la historia se ha cometido el error de pensar que la mujer, por mujer y por emocional, no es astuta o que no planea, o que no puede tener mente fría para el crimen aunque lo cierto es, que su misma condición de mujer, de observadora, de paciente y silenciosa, de pasar desapercibida por subestimada le dota precisamente de los elementos que se requieren para delinquir; es este un texto breve, apenas 90 páginas que describen a catorce mujeres que se "vieron obligadas" a cometer homicidio, lo cierto es que no se vieron obligadas, la mayoría lo decidió, son contadas las que se vieron inmersas en una situación que les obligara a matar.

Vale la pena dar un vistazo a sus historias... más con afán de conocer, que de entender. Porque entender, es más difícil. Hablemos pues de la obra de Marisa Grinstein, Mujeres Asesinas es el nombre original y que sería plagiado o usado y reusado hasta el hartazgo a raíz de este libro, publicado en el año 2000 hizo gran mella en la sociedad argentina y rápidamente se propagó por toda latinoamerica de la mano de su adaptación televisiva, una serie que sin duda levantó ámpula en algunos y emoción en otros cuantos; pero el libro es quizá mucho más llano que lo que es la serie, mientras en la televisión se pudo ver a un grupo de mujeres que con saña, sin emociones asesinaba, en los libros nos encontramos con casos que pasan en algunos momentos de largo, pocos detalles, pero sustanciosos y queda casi todo a la imaginación.


Grinstein hace recopilación de lo que le contaron, lo que leyó o lo que pudo capturar de su investigación sobre catorce casos de mujeres que tuvieron o acabaron por asesinar; catorce mujeres que impulsadas por pasiones, entre ellas muchas veces odios y rencores, se deshicieron de alguna vida que les estorbaba. Llama la atención el caso de la cocinera, que asesina a su amante porque le tenía cansada, porque había dejado de ser el aliciente a su falta de belleza para convertirse en un lastre emocional, económico y social; está la pobre monja que abandona el convento buscando paz y solución a sus dudas y se encuentra sin saber cómo inmersa en una relación lésbica que lejos de ayudarle, la vuelve más inestable.

¿Qué de la amiga y prima que "buscando mejorar" la situación económica de sus queridas compañeras de juego, acaba envenenándolas ante la evidencia del cianuro en las pastitas finas que les regalaba y la negativa continua de sí misma?, creo que para quien lee el libro lo más interesante es la de situaciones "extremas" que pueden derivan en la furia de una mujer; mientras tenemos situaciones verdaderamente preocupantes, algunas en las que uno se compadece de la asesina o acaba por decirse con sinceridad "quizá yo hubiera hecho lo mismo" también hay otras en las que no cabe duda, no se actuó de buena forma, estaban siendo ellas mismas las abusivas o victimarias todo el tiempo y definitivamente, el villano va de rosa y no de azul.

Creo que es buena idea que lean el libro, como referencia de lo que pasa en el mundo y bueno, no andar a ciegas, no es la obra del siglo ni mucho menos, pero aunque la narrativa es la más simplona del mundo, el saber que de fondo va un hecho real, que esas mujeres existieron y que sus víctimas son reales, hacen que nos lo pensemos dos veces antes de pasar por alto una obra de este tipo; a modo de referencia, vale la pena revisarlo, como ejemplo a seguir no, por supuesto que no, pero sí como consulta y referencia.

Útil, no sin mucha emoción... pero útil.

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