jueves, 2 de febrero de 2017

Citando: Takeuchi a propósito de mantener la luz


Todos tenemos luz y oscuridad, habitan ambas dentro de nosotros y aunque viven en constante pugna intentando invadirse una a otra, la verdad es que son indispensables para equilibrarse, aunque sepamos que una de las dos debe ser la triunfante, esa victoria no surge sin la previa existencia de la otra, por lo que ambas son necesarias; no obstante, aunque se necesiten, no deja de ser verdad que la luz es la mejor de ambas, que se necesita que triunfe la luz, porque si no gana precisamente esa cara de la moneda, en la oscuridad sólo habita la nada.

En ese vacío que invade a cualquier persona cuando la oscuridad gana terreno, pocas cosas encuentran terreno fértil para crecer, sólo ausencias, dolores y sufrimientos pueden germinar en la oscuridad, en el vacío; por eso es tan importante que dentro de cada persona nos esforcemos todos los días por mantener la oscuridad a raya, dejarla respirar para entender que es mejor la luminosidad, pero no darle terreno, no dejarla propagarse, porque de nada bueno sirve su presencia.



La oscuridad es la depresión, la tristeza, el dolor, la ira, el odio, la rabia, el desconsuelo, la angustia, la inconformidad y los celos... la oscuridad es la falta de amor, la soledad y la mezquindad, así como la venganza, la maldad y la violencia; la luz debe erradicar estas emociones negativas y propagarse como una onda reparadora y de sanación, todos los días debemos luchar y pugnar porque la luz, que habita dentro de todos nosotros, siga resplandeciente, creciendo y curando, no sólo nuestro cuerpo y nuestra alma, sino la de todos... como una onda que se va corriendo desde nuestros pasos y hacia el cuerpo de las personas que nos rodean y nos aman, de amigos, familiares y conocidos, de toda la gente con la que tenemos contacto y a la que podemos contagiar de optimismo y luminosidad.

Así que tenemos una misión, en muchas ocasiones no una con otras personas o con el mundo, sino a veces más de cerca, una misión con nosotros mismos y con lo que se aloja en nuestro interior:


"-Serenity... todas nosotras tenemos dentro de nuestro pecho una estrella.
-¿Una estrella?
-La luz y la oscuridad siempre están juntas. Cuando le muestras tus lágrimas o un poco de miedo a la oscuridad... esta se volverá enorme y te atacará. Y así, devorará la luz. Serenity... para que el corazón venza a la oscuridad y a las tinieblas, siempre debes hacer brillar la estrella que tienes en tu pecho. ¡Esa es tu misión más importante!"*

La gente suele preguntarme porque soy positiva, porque muchas veces antepongo mi optimismo a otra cosa, porque aunque pasen cosas malas me empeño e insisto en lo que quiero, en lo que espero, puedo tener la paciencia del mundo entero y la fe, quizá me deprima a medio camino, pero sigo sonriendo y esperanzada y me preguntan "¿por qué?"; bueno, es simple: tengo la misión de ser positiva, de aprovechar la luminosidad que tengo dentro y propagarla a los míos, porque para eso puso Dios una estrella dentro mío.

Para hacer que la luz que tengo sea de otros... y por eso, siempre, siempre, debemos ser positivos.

Siempre :P



*Takeuchi Naoko, "Act. 49 Sueño 11", Pretty Guardian Sailor Moon, Tomo 10, Editorial Panini-Manga, pág. 208-210 .

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