sábado, 21 de noviembre de 2015

Citando: Salinger a propósito del sexo

A veces hablamos o pensamos mucho en determinadas cosas de la vida, sobre todo las de la vida común, esas que pudieran parecer cotidianas pero que no lo son, o no deberían serlo al menos; dicen que la línea del pensamiento, con el tiempo, se va volviendo más agreste, o bien se ablanda o bien se entorpece, creo que tienen razón. Los años y la experiencia, nos cambian la perspectiva de todo lo que nos rodea, acabando por hacer que lo que se nos veía antes negro, ahora parezca blanco, así como los negativos de las fotografías; de pronto, lo que cuando niños nos hubiera parecido grotesco o terrible, en la adultez es necesario, imprescindible.


El paso de los años nos corrompe o nos purifica y muchas cosas de la vida nos van haciendo verla distinta, hace algunas semanas me estaba leyendo este libro y sin embargo, tardé en acabarlo porque no acababa de entenderlo; eso sí, hubo partes como esta que me dejaron pensando mucho, es que al final uno nunca acaba de entender qué pasa con el sexo, qué pasa con el mundo, qué con el amor, son estos verdaderos ejemplos de la duda en que nos sumerge la vida y a que nos lleva la existencia.


Ni todos los años, ni toda la vida o la experiencia, hará que comprendamos del todo algo de lo que hay en el mundo, de lo que tenemos dentro de nosotros mismos, sólo que en la adolescencia, éramos más capaces de identificar partes, de definir conceptos, porque estábamos para perceptivos... el tiempo, todo lo atrofia... el tiempo, todo nos mengua...

Salinger habla de una de las dudas más grandes del ser humano, una de esas que atormentan porque por toda la vida está sobre nosotros; el Sexo... ¿qué es el sexo?... ¿qué implica el sexo?... ejemplo:


"El sexo es una cosa que no acabo de entender del todo bien. Nunca sabes exactamente dónde demonios estás. Yo siempre me estoy inventando normas de sexo para mí mismo y luego las rompo todo el tiempo. El año pasado me puse como norma que iba a dejar de enrollarme con chicas que en el fondo me caían como una patada en el culo. La rompí la misma semana en que la hice, de hecho esa misma noche, si quieren saber la verdad. Me pasé toda la noche besándome y todo eso con una chica falsísima que se llamaba Anne Louise Sherman. El sexo es algo que no entiendo. Lo juro por Dios."*

Y bueno, si él lo duda, es obvio que, practicamente todos nosotros, también; porque seguramente hemos estado en una situación similar... y eso es lo que hace a este libro único: es un reflejo de uno, que es todos.

*Salinger J.D., El guardián entre el centeno, 1978, Alianza Editorial, México.

No hay comentarios:

Publicar un comentario