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Creo que este capítulo tiene uno de los inicios más impresionantes de la temporada, ya desde el capítulo anterior en que vemos a los fantasmas de las víctimas de Tate seguirlo a fin de sacarle un "por qué", nos vamos metiendo poco a poco en el tema tan horrible que es el atentar contra la vida de inocentes, pero este inicio, da la vuelta de tuerca; Tate era un joven perturbado, muy probablemente por la influencia de la casa, que acaba entrando armado a su escuela y agrediendo a sus compañeros, así de primer momento pareciera el acto de un chico enfermo, quizá de un fanático, pero si vemos el pasado de la casa, bueno, es más fácil de entender lo que está pasando.
Saber la verdad sobre Tate lleva a Violet, quien claramente está enamorada del muchacho, a una depresión aún más profunda de la que ya venía sufriendo, pasa de autoherirse a empezar a considerar muy seriamente la idea del suicidio; Constance intenta convencerla de que no se aleje de Tate y de que comprenda, que no es otra cosa que un chico que se siente solo y se ha enamorado de ella. Así confirmamos que Violet es, además de una chica muy sensible, también una vidente, pues posee el don de contactar con espíritus y demás. Mientras Violet lidia con estas cosas, Vivian está pasando por los primeros meses de embarazo sola, Ben la ha decepcionado por completo y el bebé que tiene dentro le causa no sólo malestares de embarazada, sino también pesadillas y deseos medio extraños... (un bebé con garras muy a lo Rosemary).
Y bueno, mientras la pobre chica tiene que lidiar con todo aquello, nuestra adorada vecina de siempre llega ni más ni menos que con un regalo a la Mansión... ¡Mollejas!... ¡Glándulas del corazón!... ¡Pancreas!... todo para que Moira lo cocine casi casi crudito y nos lo sirva con un delicioso chorrito de limón y una pisquita de sal de mar, así el bebé puede nacer fuerte y sano... y con patitas de cabra y colita y toda la cosa.
Creo que el nervio da más cuando Constance concluye con que hace falta... NOS hace falta un nuevo bebé por aquí, al menos es lo que dice y peor aún cuando escuchamos el relato apocalíptico de la mujer pariendo y el dragón a la espera de devorar a sus hijos; lo cierto es que cuanto más tiempo pasa, Vivian está más enredada, su cara cuando está oliendo la carne cruda lo dice todo, ella simplemente está dispuesta a hacer lo que le dicen para que el bebé mejore... pero no sé realmente si nos guste la idea de que el peque lo haga :S
Pero la cosa no puede estar completa hasta que no tengamos algunas leyendas urbanas y en este capítulo aparecen unas cuantas, sobre todo la de Pig Piggy, un asesino con cabeza de cerdo que aparece si uno se pone al espejo a decir su nombre algunas veces; Ben tiene que atender a un hombre que padece de fobias terribles basadas en las leyendas urbanas, ya saben, como esa de ir a un bar, aceptarle una copa a alguien y acabar inconsciente en una tina de baño con la cicatriz de haber perdido un riñón... en lo personal, una de mis leyendas urbanas favoritas. Así estamos viendo sujetos vestidos de cerdo, paseos por bibliotecas atacadas por chicos perturbados y mujeres embarazadas que comen cerebros crudos como si estuvieran degustando un delicioso pollo asado... sin duda alguna, un capítulo muy variopinto.
Creo que la parte más genial de este episodio es cuando Violet se topa de frente con casi todas las apariciones de la casa y rematamos con un dulce y tierno "I love you" a gis sobre el pizarrón de su cuarto; claro, ¿qué de raro o malo hay en una frase tan linda, pues que se la está diciendo ni más ni menos que un muerto homicida que además gusta de ponerse el traje de látex de vez en cuando para propasarse con mujeres solas o que sale de cacería con un hacha. Así, tenemos al pobre chico, Tate, llevando a Violet a la tina de baño con la intención de interrumpir su momento suicida estelar y terminamos con los dos metidos en ella, empapados hasta los chones y llorando por el fallido intento.
Voy a ser franca, es un buen capítulo, tiene sorpresa, tiene revelaciones, tiene misterios necesarios y se mantiene muy correctamente; además, nos va sembrando cositas para pensar, como la relación de Vivian con el tipo de las alarmas, el intento de Violet de suicidarse, el nuevo interés de la vecina por el bebé que viene, ¿qué vio la enfermera en el ultrasonido?, y la mejor de todas, ya que finalmente sabemos que Tate en realidad ama a Violet y ya que ella acepta que él está muerto... ¿cómo se va a dar esa extraña relación?
En fin, el capítulo es como para un 8.5, tienen que verlo y enfrascarse más en esta historia y yo vengo pronto con el siguiente comentario.
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