¿Engancha o no engancha? (The Enfield Haunting E01)

Dos cosas hicieron que me llamara la atención esta serie desde que supe que existía: que es de terror y que está basada en hechos reales; así que me puse a buscarla en línea con mucho ahínco y decidida a verla, no obstante sufrí mucho para encontrarla online y acabé por descargármela. Cosa que no ha estado nada mal, ya que hasta ahora lo que he visto me ha gustado bastante; reconozco que no sé en este momento cuántos capítulos tendrá, pero me gusta lo que he visto y se las iré reseñando conforme me tope los caps. Creo que ese es el formato que debí seguir con otras series que se han vuelto de mis favoritas, así que esta no es sino la primera entrada dedicada a esta serie y seguramente la primera dedicada a una en particular, porque reseñaré todas las que me cuadren para hacerlo (y me cuadren enteras o no).

Sepamos primero que nada que la serie es una adaptación del libro "This House is Haunted" de Guy Lyon Playfair, que además aparece por ahí de personaje interpretado por alguien que definitivamente no me esperaba en estos ambientes; así que si quieren saber un poco más, se basa en un hecho real del que existen incluso evidencias en vídeo, audio y fotografías, así que cuando uno tiene eso como referencia, no le queda sino pestañear muchas veces, aguzar el oído y confiar en que Director y Actores harán un estupendo trabajo. Y lo hacen.

El primer capítulo se transmitió según sé el día 4 de mayo del año en curso, es una serie de Sky y tengo entendido que será "mini", así The Enfield Haunting, pinta para ser un placer breve, aunque no por ello menos dinámico y seductor; tiene actores buenos en su haber entre ellos Timothy Spall, a quien recordamos de su papel como Colagusano en Harry Potter (motivación 1) y a Matthew MacFadyen... quien debo decirlo, no sabía que aparecía pero cuando lo vi en escena me dije: ¡Santa Madre, Mr. Darcy cazando fantasmas! (MOTIVACIÓN!!), y con estas dos cosas me senté a verla porque dije: me va a gustar. Y hasta ahora no me ha fallado.

Reconozco que es una serie muy light a como estoy acostumbrada en sustos, pero mantiene excelentemente bien el suspenso, los personajes están muy bien llevados y la trama se sostiene de una forma muy fluida y agradable; dos sucesos curiosos abren la historia y sacan de ritmo un poco al espectador, aunque ya van soltando el misterio necesario para obligarnos a quedar en esa vieja casa londinense. Primero que nada la niña protagonista que duerme plácidamente en una lápida del cementerio, mientras un misterioso y tétrico sujeto la observa a lo lejos; luego, la narración de una reconocida leyenda urbana, sí, esa del perro degollado y el sujeto lamiendo la mano de la ama del animalito bajo la cama, un clásico para turbar a niños y adolescentes que todavía hoy, puede dejarnos sin aire en los pulmones por un buen rato con una narración bien hecha. Claro, que si sumamos la cosa rara esa del período de Meg, la hermana de nuestra protagonista Janet, la cosa se va poniendo densa.

Cuando los sucesos paranormales se desatan, ya llevamos unos muy merecidos 6 minutos de serie y eso es ya bastante rápido, así que de inmediato nos pesca la inquietud natural de no saber lo que va a pasar; los golpes en los muros, las puertas y las ventanas, las cortinas que se mueven y trenzan amenazadoramente con intención de asesinar, los armarios que se mueven de su sitio y se lanzan homicidas sobre los habitantes de la casa, una pobre madre con cuatro hijos, de los cuales el mayor de los hombres debe ser integrado a una escuela disciplinaria.

Ah, pero no nos quedamos sólo con lo que ocurre dentro de esas cuatro paredes y aquí entra nuestro serio, avejentado y casi seco protagonista masculino, Colagusano se transforma en Maurice Grosse y es convocado por una sociedad de estudios paranormales para visitar la casa y enterarse de cómo va el asunto; así este hombre acaba metido en semejante historia de espantos y pronto le toca ver cosas que se mueven, sombras que van y vienen o gritos de las niñas al por mayor, todo esto en solitario hasta que aparece Guy Playfair, quien se volverá su compañero de cacería en la búsqueda de esos espíritus chocarreros que no dejan dormir a la pobre familia espantada y débil.

Si a lo que ya mencioné sumamos la tragedia de Maurice que busca reencontrarse con su hija muerta, a su esposa que al menos según vi, parece estar esperando a que el hombre se vaya de busca fantasmas para encontrarse con una aventurilla achocolatada, y de paso, ponemos mediums que son poseidos en plena sala de la casa y nos hacen pasar un momento incómodo con una escena de posesión-violación en vivo y en directo, creo que hablo de una serie de buena calidad y que pinta para ponerse mejor a cada paso.

Me encantó la escena de las canicas que es una verdadera locura, el humor ácido de Janet la protagonista y la cruda realidad con que se retrata el ambiente familiar y los conflictos entre hermanos; desagradable a límites altos la escena de la tina de baño (pobre niña!, qué espanto tener que ser la hermana segunda y bañarte en el agua que la hermana mayor ya usó... ¡por piedad, pero que alguien le ponga agua limpia a esa bañera!, eso puede ser más traumático que los fantasmas mismos ¬¬*)

En fin, que si sumamos la secuencia del canario, la del visor, damos una vuelta por los sueños de Maurice y nos detenemos a ver el final del capítulo en que ¡¡¡SPOILERS!!!, el sonso de Guy va a dar de espaldas contra el muro mientras vemos de fondo un poster de Will Ferrell a lo afro, y la pobre chica casi se queda viendo rojo para siempre luego de semejante asfixia... yo creo que sí, la respuesta es que ¡CLARO QUE ENGANCHA!

Y los invito a ver el capítulo y a, si quieren, esperar comentarios del segundo, que ya lo tengo listo y me lo voy a aventar en breve; como siempre, gracias por leer y si comentan o si votan, mil gracias también.