domingo, 15 de marzo de 2020

"No nada más estamos hablando con estudiantes y el gobierno" (Un extraño enemigo S01/E03)

La historia se va poniendo ¿mejor?, cosa curiosa, si la historia se va poniendo mejor, lo que es un hecho... ¿para qué el inicio de desnudo parcial de Karina Gidi en el papel de la señora Esperanza Barrientos, esposa de Fernando Barrientos?, pues simple, porque Televisa no sabe hacer otra cosa, tienen la idea absurda de que si no metes sexo, si no pones escenas subidas de tono, la cosa no pega; no Televisa, el público no exige el sexo en la televisión, tú los acostumbraste a eso y cuando les das un producto que no lo tiene, claro, lo extrañan... si al menos acostumbraras a la gente a pensarle un poquito, otro país seríamos. Pero en fin.

Este tercer capítulo sigue teniendo como protagonista a Fernando y su pleito con Corona del Rosal, pero ahora tenemos también al Rector de la UNAM... y un nuevo personaje, o un par de nuevos personajes, pero vamos, pasemos para allá:

Episodio Tres: A las calles


Ahora vamos a ver a dónde van a parar los aparatitos que Barrientos hace con tanto ahínco en su casa, micrófonos que servirán para vigilar a sus posibles enemigos, el nuevo, el secretario del Presidente, Emilio, quien empieza también a acomodarse para la foto presidencial, apoyado en el Rector y su lucha por contener los ataques contra los alumnos; Barrientos le sugiere a Echeverría que aunque tienen todo para actuar, permanezcan quietos un rato, mientras Corona del Rosal y Emilio y rectoría, se deschongan unos a otros. Pero el secretario de Presidencia no es tonto y detecta los micrófonos, apoyado por la CIA, que está moviéndose a favor de todos y en contra de nadie, aparentemente; al mismo tiempo, el movimiento estudiantil gana mayor fuerza con la liberación y suma de un nuevo estudiante con ganas de luchar: David, quien de inmediato deja claro que lucha no sólo por los alumnos de la Ciudad de México, sino también por los de provincia, donde la represión también existe.

Elena, amante de Fernando, interpretada por Irene Azuela, realiza una cena en su casa y en ella ambos se percatan de la aversión que sienten por él muchos de los personajes actuales de la televisión y los medios, donde es caracterizado como un homicida y trabajador entre las sombras del poder gubernamental para bien del sistema corrupto del partido; tras una discusión en que Elena acaba echando a un "amigo" de su casa, Fernando se hace de una nueva posibilidad de lucha, sin querer o sin deber. El pliego petitorio de los estudiantes toma forma volviéndose algo cada vez más corto y preciso, y claro, nos tienen que poner otra escena innecesaria de sexo (ya van tres en el capítulo, cosa rara, cosa rara).

Esta es una oportunidad para echar un vistazo a la vida familiar de Barrientos, por un lado, su hijo mayor, Armando, se desenvuelve sin oficio ni beneficio, se dedica a la pachanga y es el mejor amigo del hijo de Díaz Ordaz, siempre en la bebida, siempre en la mota; por otro lado, el menor de los hijos, Enrique, es abogado y quiere abrirse paso entre el ambiente legal del país, siempre presionado por las aspiraciones de la gente que sabe es hijo de Fernando y que se quiere aprovechar de él. La esposa... bueno, ya les dije de a cómo empieza el capítulo, así que no creo necesario agregar algo más XD

Fernando charla con el encargado de la CIA, Winston Scott, interpretado por Alex Cox, quien le deja más que claro que puede hacerles preguntas y moverse al lado de ellos, pero que tenga mucho cuidado, porque una cosa es tenerlos como aliados, pero otra muy diferente volverse enemigos; Barrientos recibe informes sobre las actividades del movimiento por parte de Beto, que se siente un poco intimidado con la nueva presencia de David, quien está moviendo a la gente más de lo que él la había movido. Barrientos da indicaciones concretas, y mientras está en el cine con la hija que tiene con Elena, ésta y su hijo mayor, se le ocurre la brillantez de poner anuncios del movimiento en las pantallas de cine, idea que hace a Beto atribuirse, para que así quede bien con David en el movimiento.

Al mismo tiempo, acude y con una sutil amenaza, mueve al amigo incómodo de Elena, logrando que en su programa de televisión hable de la importancia de apoyar al movimiento; la trampa está tendida, pero Fernando decide cubrirse bien las espaldas, por lo que acude no sólo a reporteros y periódicos, no sólo les facilita el asunto del cine, sino que además busca el apoyo de la KGB, para poder emplear sus armas y sus helicópteros, para así, poder dar mayor difusión al movimiento, a la marcha del 13 de agosto y sí, agitar más lo que ya de por sí, es un montón de polvorines juntos.

Tras una confrontación con su mujer, en la que queda más que claro que ambos se saben todos los trapitos sucios, de igual forma Ordaz reclama a sus hombres de confianza que los trapos sucios ya están dando mala cara, presidentes extranjeros comienzan a amenazar con no enviar comitivas olímpicas y esto se transforma en un problema real, muy real; por consejo de Barrientos, Echeverría da un mensaje a la nación donde deja claro que él quiere dialogar con los estudiantes, adelantándose a Emilio Martínez Manatou (Javier Díaz Dueñas), como dice el niño que se le aparece a Barrientos y le aconseja: "nosotros queremos paz, ellos guerra, luego al revés, nosotros guerra y ellos paz, hasta acomodarnos, no más no se te olvide quién es el jefe."

Y todo mundo se va dando cuenta de que en efecto, Echeverría está jugando para sí, no para alguien más... la foto se va a acomodando, Corona del Rosal recibe palabras claras de Winston: está perdiendo el sendero a la Presidencia y necesita volver a tomarlo, forzarlo si es necesario, quizá incluso impulsar un golpe de estado... y Winston le entrega a Corona del Rosal un sobre confidencial donde aparentemente, le informa de todo lo que Fernando ha estado haciendo en su contra.

El capítulo tres es en serio revelador, sí, por las escenas de sexo, pero también por lo que se va perfilando, es una guerra expresa, además de oculta y esto en verdad lo pica a uno... para estas alturas, en serio, ya no se puede sino terminar la serie, porque se va poniendo buena. Ficción o no tanto. Para disfrutar la calidad cinematográfica, para disfrutar las actuaciones y la ambientación, un buen trabajo sin duda, con cierta sospecha al pensar a quien está detrás, pero disfrutable de cualquier forma, muy disfrutable. Véanla, no se arrepentirán.

Este capítulo se gana un 9.8. Y nos vemos en el que sigue.

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