"¿Miedo?, ¡a andar de limosnera!" (Mujeres Asesinas, México S03E06)

"-Si ya tomaste la decisión entonces manos a la obra, pero te advierto que nada de arrepentimientos
-Ya te entendí.
-Entonces, lo que tenga que ser que sea.

Las Blanco Viudas

Va de casos a casos, este en particular me parece... me parece una broma, para ser sincera, creo que hay otras muchas historias nacionales de asesinato a mano de mujeres que podrían ser mejor que esta... o mejor dicho, que podrían haberla tratado más con la seriedad que merecía y menos con la broma que aquí parece, este caso se ve cómico, es irrisible, lo que francamente le quita muchísimo peso a la trama; si creen que es un caso conmovedor o emocionante, incluso que es un caso que va a impresionarles, pues no, porque todo tiene aire de comedia, incluso las dos grandes actrices seleccionadas se minimizan ante esta curiosa postura y pues bueno, ahí se acaba el encanto.

Hablemos entonces de la historia y de lo que pasa en el capítulo: Estas son tres generaciones de mujeres, abuela, madre e hija, la abuela es una mujer extremadamente práctica que cree que se debe hacer lo necesario para conservar la estabilidad económica necesaria, la madre es algo más nerviosa y cuidadosa, pero aunque comparte las ideas de su madre, también tiene ciertas reticencias a lo que ocurre a su alrededor y todo se lo piensa bastante; la nieta, no obstante es como la abuela, algo más fría, mucho más calculadora y sobre todo, rebelde y llena de vida.

El capítulo inicia con las tres llamando a un joven a la sala de la casa, parecen haber tomado una decisión en conjunto y estar poniendo en práctica su plan, de momento no sabemos bien a bien que ocurre y la realidad es que no nos causa mayor problema la duda; vamos pues a meternos a la historia contada con constantes saltos temporales, en un intento de narrarnos el previo a lo que pasó; el personaje de Maité Perroni encuentra a su madre lavándose las manos a punta de cepillo, literal como ella dice, como si tuviera no sé, aceite, grasa... sangre y no pudiera quitársela, no hay otra explicación. 

Entonces la vemos yendo a su trabajo mientras pasa cerca de lo que pareció ser un accidente que ha dejado un muerto a media calle, Estela llega a su trabajo y entonces se entera que el cuerpo que vio era de Nachito, el marido de su mamá que fue atropellado y falleció, tanto su abuela como su madre hablan constantemente de cómo lo atropellaron con el auto y de cómo el dinero del seguro les va a resolver la vida.

En el trabajo, Estela conoce a un chico guapo que le ruega mucho por una cita, Vicente, un muchacho de buen ver interpretado por Mark Tacher, que peinadito de lado y emocionado, siendo gentil y amable busca que la chica le haga caso porque literal, lo trae de un ala; es en el funeral de Nachito que Estela les presenta a Norma su mamá (a quien interpreta Diana Bracho, una joya) y a la abuela al joven Vicentito que para ellas no es más que un empleaducho venido a menos que no les acaba de llenar el ojo; mientras tanto la investigación lleva a nuestros detectives a darse cuenta de que el joven asesinado, según dicen esposa, suegra y abuela política en un asalto, estaba muy bien asegurado y eso les da la coincidencia con el caso de Nachito. 

Aunque en un principio las mayores de las Blanco no se sienten cómodas con Vicente, al final al ver que ni un viaje por Europa o demás se lo saca de la mente a la muchacha, acaban por decidir que bueno, quizá lo pueden tolerar si se le llega a poner un muy buen seguro de vida; así pues, Luz (Luz María Aguilar), busca siempre que su familia pueda llevar el carro de vida al que están acostumbradas y en aras de esas se le sale de la boca decirle a Estela que su madre y ella han estado conspirando para sacar dinero de todos los maridos pasados a fuerza de ponerles una buena poliza que las deje a ellas como único beneficiario.

El caso se va así desenvolviendo, las historias realmente son muy insípidas, como los chistes el forense y su  "la que haya matado al muchacho aunque se apellide Blanco, se acabará pintando de negro"... JAJAJAJAJA... ¿le entendieron?... JAJAJAJAJA... la blanco que se va a tener que pintar de negro... JAJAJAJA... qué asquito de chistes, la verdad, de pena ajena ¬¬

A las Blanco las acaban descubriendo gracias a que el perrito de la familia pisó la sangre del difundo Vicente y por eso las atrapan y acaban presas, pero la realidad es que el asunto es tan simplón, que en serio, de verdad, qué capítulo tan de pasada, tan sin chiste... tan sin gracia, pero en fin. Al final podemos ver la escena del homicidio, que en serio, ¡qué afán de involucrarlas a las tres!, a leguas se nota que querían obligar a las tres mujeres a matarle juntas, innecesario y poco real, mientras se van turnando a tomar el arma para destrozarle la cabeza en plena sala de la casa, para luego poder voltear a la cámara manchadas de sangre.

Lo que es una escena clásica de muchos capítulos excelentes (en serio, de algunos la escena final con los rostros viendo a la cámara, manchadas de sangre o entre las llamas o que sé yo, son gloriosas) en este episodio decae de calidad de forma estratosférica, lo que es una pena, en realidad; así que vamos, el capítulo es de pena, la verdad, porque habíamos tenido y tenemos todavía por delante unas buenas, en serio buenas, muestras de trabajo actoral y de guión, así como casos densos o que vale la pena ver, pero en fin.

Interesante, por cierto, la Bianchi diciendo ella misma que todo parece humor negro y que la historia está llena de contradicciones, aunque luego indica que tienen que buscarlas y encontrarlas... ¿pues qué no las está señalando ella misma?

En fin, un capítulo de penita al que le doy un sincero 8.7, porque esperaba más del buen elenco y me dejaron a medias, pero en fin, así es esto de las enchiladas: unas quemadas, otras...

Nos vemos en las que siguen :P