lunes, 9 de abril de 2018

"¡No quiero que se asuste el niño!" (Mujeres Asesinas, México, S01E04)

"¿Sabía usted lo que le hizo al pobre gato?... a mí hasta amenazó con matarme...
... menos mal que se murió primero."



Jessica, tóxica

Este es quizá uno de los capítulos que más ansias me dan, porque uno no sabe exactamente qué pensar, o mejor dicho, definir quién es el malo acá, porque hasta los que no son ni víctima ni victimario, tienen aire de verdugos; estamos frente a un matrimonio tormentoso, por un lado Jessica, interpretada por Alejandra Barros, que por cierto, lo hace bien aunque dan ganas de darle de bofetadas y a veces su rostro es un poquito o un mucho muy plano, sin expresión precisa, sobre todo cuando se trata de mostrar un verdadero enfado. Pues bien, Jessica está casada con un sujeto de lo más violento, pero de una violencia absoluta, espantosa, un hombre que se enfurece porque su mujer se tarda en el super o porque permite que la suegra le ayude a servir la comida; pero vamos por el comienzo:

Jessica tiene muchos años con su marido, que ya desde que estaba embarazada le propinaba sus buenas golpizas, el marido, Rodolfo, interpretado por Odiseo Bichir, en serio, se gana poco a poco el odio del espectador y por supuesto el de su esposa; el hombre sospecha todo el tiempo que su mujer lo engaña y anda por la vida gritándole en frente de todo mundo que es una puta, así, sin consideración, ni siquiera frente a la suegra o sus papás se contiene, ¡vamos ni siquiera frente a su hijo se calla poquito!


El capítulo va narrando la enfermedad progresiva de este hombre, primero dolores intensos y adormecimiento de las piernas, colapso nervioso, dice el doctor y ella, aguantando cada desplante del sujeto, sigue ahí, cuidándolo, velando su sueño como si lo valiera o lo mereciera; es lo que uno no entiende del capítulo, conforme avanza la enfermedad, lejos de volverse más pasivo o menos agresivo, Rodolfo empeora, haciéndose cada vez más insoportable, como cuando Emma la mamá de Rodolfo se ofrece a servir la comida y él estalla, porque Jessica abusa de su madre y de ahí, de un enojo por la comida, se extiende el asunto a hablarle al niño de cómo su madre se iba con otros hombres mientras él estaba enfermo.

Las agresiones de Rodolfo a Jessica son sorprendentes, incluso enfermo se las ingenia para ofenderla y hasta para herirla, lo que en serio, cómo va trazando el camino del espectador, hacia empatizar con Jessica y comprender que él se merecía lo que le estaba pasado; hasta que conocemos la verdad: casi a medio capítulo nos enteramos que Jessica no es la esposa abnegada que suponemos y que cuando Rodolfo sospechaba de ella, lo hacía porque tenía los suficientes indicios y algo de razón. Es cierto, su enfermedad le deterioró al punto de volverlo completamente loco, sí, tenía unos celos enfermizos, pero también es cierto que ella se merecía las sospechas porque sí, le ponía el cuerno al hombre.

A estas alturas del capítulo uno ya tiene mucho de donde cortar, mientras se investigan las verdaderas causas de la muerte de Rodolfo, los personajes se van redondeando y uno entiende poco a poco la realidad de la pareja y de la mente criminal detrás del asesino; Jessica, que aunque puede pasar en efecto por víctima porque además lo era, también tenía su porcentaje de culpa, porque vio un área de oportunidad y la aprovechó y así logró su libertad, su venganza y... bueno, ser ella misma.

No voy a decirles más del capítulo para no arruinarlo, sí mencionaré que es una de las formas de asesinar más largas y meticulosas que hubiera pensado podía existir y que francamente... ¡qué paciencia de mujer, por Dios!, precisamente por eso pienso que es más maldad, que justicia, más venganza cruda que otra cosa, definitivamente Jessica era mala, así de simple; claro, Rodolfo era un monstruo, odioso y desagradable, cruel y violento, pero de todas formas, no sé, yo creo que sea como sea nadie merece una muerte de ese nivel.


A este capítulo le doy un merecido 9.2, es constante, está redondeado, odiamos a quien tenemos que odiar y empatizamos con quien debemos hacerlo, es bueno, está bien hecho y cumple su cometido... en una excelente forma de ver un caso de karma a largo plazo y de venganza extrema... muy extrema.

Vean el capítulo cuando puedan, está en YouTube y se encuentra con facilidad, les va a entretener mucho, ya verán; nos vemos en la siguiente reseña, hasta entonces, tengan cuidado con el té que les inviten.

Más si empiezan con ciertos intermitentes y constantes síntomas.




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