Y así da comienzo todo lo que nos ha llevado a este momento.
Pues sí, Tate genera un tremendo amor (si es que se le puede llamar amor) por Nora, se siente con la necesidad de ayudarla, protegerla y darle lo que necesita, que según ella es un hijo pequeño -después de todo recordemos que su mayor trauma es que perdió a su pequeño por culpa de su drogadicto marido-; así que al fin comprendemos porque el homicida jovencito busca que la casa tenga consigo a un niño, de ahí que la pareja de gays fueran geniales, se suponía que ellos adoptarían a un pequeñito, luego los Harmon pasaron a tener ese lugar en su interés, después de todo Vivian ansiaba recuperar el hijo que había perdido, así que por eso se puso el traje de látex y aprovechándose del trance de Ben, se hizo el aparecido para realizar el trabajo.
El problema es que Tate se enamoró de Violet y eso rompe todos los planes que tenía para satisfacer la necesidad de un hijo para Nora, después de todo ahora no quiere satisfacer a una madre postiza, sino a una joven a la que ama genuinamente; el asunto es que al decírselo a Nora, la cosa no se pone muy bien que digamos, ahí tenemos un capítulo en que descubrimos lo más oscuro de Tate por un lado, por el otro tenemos a nuestro adorado Chad decorando el cuarto del bebé y sí, ya vemos las cunas pintadas de rojo intenso al tiempo que podemos enterarnos que hay que separar lo más pronto posible a esos bebés de la casa, porque el mal, o mejor dicho, el diablo (¡Booh!), ronda sus habitaciones y no precisamente con la intención de vivir ahí adentro.Pronto nos encontramos presenciando en vivo y en directo el intento de echar a la pareja simpática del fatídico Halloween de la casa, con ritual de cosas usadas y así, mientras por el otro lado, Ben quiere sacar a su familia de la casa, no contando con que Violet, aunque quiera, ya no puede salir de ahí; la chica prácticamente le grita en plena cara que está muerta, que se suicidó y sin embargo, él parece incapacitado para comprender de lo que está hablando, así que aún con evidencias de que no es posible que abandone la casa, no cree que sea posible que haya muerto en ella.
El capítulo cierra con una serie de cosas bastante curiosas, por un lado Tate intentando seducir al chico gay más accesible (sí, nuestro vaquerito favorito), la psiquica ayudando a correr a los dos fantasmas incómodos que quieren matar a los gemelos cuando sean hermosos y tiernos, para no tener que verlos crecer y volverse adultos feos; y sí, ante la sorpresa de media casa (no, la verdad es que nadie se sorprende porque todos lo esperaban), Vivian da a luz en la casa, ayudada por todos ahí adentro, Ben recibe en sus manos a los hijos de su esposa, aunque sólo uno es de él, el pobre hombre está bastante asustado con la situación.Y sí, pronto vemos nacer al hijo de Tate y sí, vemos nacer y morir al hijo de Ben, ambos ahí en la casa, para terminar con una secuencia bastante extraña de Vivian muerta sobre la mesa de la sala... en una casa vacía.
Creo que así como nos acercamos al desenlace, también nos acercamos a lo inverosímil con tanta violencia que sofoca; el capítulo es muy entretenido si quieren ver a una mujer que pare a medio grito, no a grito y medio, a la vez que nos vamos sumergiendo más y más en la extrañeza... ¿qué fue eso de Ben a lo doble personalidad sonriendo al doctor a la par que grita despavorido?... en fin, en calificación, vamos a darle un 8, nada más porque nos ha entretenido y roguemos porque llegue el siguiente capítulo y sea mejor que este.
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