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No, no no... si ustedes pensaban que Jessica Lange sólo interpretaría a una vecina un poquito rara, pues no, la verdad es que no y hay algo más todavía por descubrir; así que es una vecina obsesiva, una vecina ladroncilla, una vecina celosa y homicida, una madre controladora... y no sólo controladora; sino que ahora resulta, que también es una madre asesina, ¡oh sí!... la verdad es que para este punto, podemos empezar a ver la serie o esta temporada como la suma de todos los miedos...
Y eso empieza a quitarle gracia, la verdad.
Pues que le van a quitar otro hijo a Constance, esta vez el gobierno, así que ella opta por la mejor solución, claro, la más obvia, toda madre lo pensaría, ¡por supuesto!: matarlo, y qué mejor que su nueva pareja, nuestro quemado amigo, claro que sin su parte ya quemada, para cumplir con esa misión; eso claro en 1994, mientras tanto en el tiempo actual al fin aparece un tipo interesado por comprar la casa, un indú o persa, algo así, según parece, que además ya de paso se interesa en Moira (como todos los hombres, según parece). Violet y Tate están teniendo mayores acercamientos y ella, sin decirle las cosas, empieza a darle a entender que sabe que está muerto, aunque al mismo tiempo, él empieza a darle a entender a la chica que realmente le interesa y que va en serio.
Hay que reconocer que la cosa se pone muy intensa, por ejemplo, Moira tiene cada idea extraña, como la habitación pintada de rojo con un gran columpio... y si a las ideas extrañas le suman que también tiene acciones muy extrañas... entonces nos quedamos un poco en blanco; ahora lo que nuestro chico quemado hace o hizo, parece ser que no quemó su casa él mismo, como se nos había dicho sino que pasó algo más. Saber que estaba profundamente enamorado de Constance y que cuando le dijo a su esposa amablemente que se fuera de la casa, que metería ahí a su nuevo amor y que ella podría mudarse con su madre, bueno... nos revela lo agradable y lindo que es; sigo divirtiéndome tanto viendo el Tour de los Difuntos, es realmente bello y entretenido, además que me hace ver a un personaje que extrañaba de otra serie terminada hace tiempo (ojalá un día, pronto, reseñe Malcolm el de en medio).
Y que Vivian se va al Tour como ya les dije y se entera de la historia que llevó a los dueños originales a morir trágicamente y a perder la casa en primer lugar, así como a pasearse por ella por toda la eternidad; mientras nuestra bella vecina visita al persa y se entera por su propia cuenta que la casa será destruida, Ben visita al quemadito y lo amenaza. El capítulo es precipitado, lleno de cosas tan intrigantes como la dueña de la casa embarazada fantaseando con el hombre de las alarmas, hasta Tate sacando un montón de revistas eróticas de temática gay, pasando claro porque Constance se presente por la mansión para despedirse de sus hijos y en el camino convenza a la mucama de matar al posible comprador; y el pequeño bebé tiene partes de animales y se pasea con el corazón latiente de una chica que busca fama en su pequeño pecho, y Violet se encuentra en cada pasillo con los distintos fantasmas de la Casa.
Y lo dicho, aunque tenemos cosas muy interesantes, lo cierto es que la serie se empieza a hacer pesada, cada capítulo que pasa las tramas se vuelven más enredosas y es más complicado entender en qué momento semejante madeja de estambre se va a deshilachar... ¡por cierto!, ¿ya les dije que van a nacer gemelos y no sólo un bebé?, pues sí, es de esas cosas increíbles que nos sorprenden de la serie que estamos viendo; escenas simpáticas la de nuestro achicharrado amigo que le lleva flores a su adorada chica y ¿qué creen?, pues que no le gustan y que lo humilla, pero de todas formas la ama y recontraama, así que, poco o nada se puede hacer por el pobre sujeto. La escena de Violet encontrándose a su cuñado y ganándose un buen susto, por supuesto el penoso desenlace del, ahora sabemos, armenio, y claro, el desenlace con la pobre Vivian enterándose que la mujer que visitó la casa y que ella pensaba quería comprarla, en realidad era el fantasma de Nora, la dueña original de la vivienda.
Y bueno, ¿qué más podemos decir del capítulo que no dijera ya?, quizá sólo que me encantó el discurso de la Lange sobre las casas y cómo construimos todos sobre alguien más, así que si fincamos cimientos, estamos destruyendo los de alguien más... al final, todos seremos cimiento de alguien más y acabaremos con una casa sobre nosotros... "la naturaleza del humano sigue reclamando su territorio"... muy sabia, Lange, muy sabia.
Sin más le doy un 7.5 al capítulo, estamos en decadencia pero vale la pena seguir viendo, los invito a seguir viendo, sobre todo para enterarnos como acaba la historia y si al final, todos los muertos siguen en esa casa...
O se les suman más.
Hay que reconocer que la cosa se pone muy intensa, por ejemplo, Moira tiene cada idea extraña, como la habitación pintada de rojo con un gran columpio... y si a las ideas extrañas le suman que también tiene acciones muy extrañas... entonces nos quedamos un poco en blanco; ahora lo que nuestro chico quemado hace o hizo, parece ser que no quemó su casa él mismo, como se nos había dicho sino que pasó algo más. Saber que estaba profundamente enamorado de Constance y que cuando le dijo a su esposa amablemente que se fuera de la casa, que metería ahí a su nuevo amor y que ella podría mudarse con su madre, bueno... nos revela lo agradable y lindo que es; sigo divirtiéndome tanto viendo el Tour de los Difuntos, es realmente bello y entretenido, además que me hace ver a un personaje que extrañaba de otra serie terminada hace tiempo (ojalá un día, pronto, reseñe Malcolm el de en medio).
Y que Vivian se va al Tour como ya les dije y se entera de la historia que llevó a los dueños originales a morir trágicamente y a perder la casa en primer lugar, así como a pasearse por ella por toda la eternidad; mientras nuestra bella vecina visita al persa y se entera por su propia cuenta que la casa será destruida, Ben visita al quemadito y lo amenaza. El capítulo es precipitado, lleno de cosas tan intrigantes como la dueña de la casa embarazada fantaseando con el hombre de las alarmas, hasta Tate sacando un montón de revistas eróticas de temática gay, pasando claro porque Constance se presente por la mansión para despedirse de sus hijos y en el camino convenza a la mucama de matar al posible comprador; y el pequeño bebé tiene partes de animales y se pasea con el corazón latiente de una chica que busca fama en su pequeño pecho, y Violet se encuentra en cada pasillo con los distintos fantasmas de la Casa.
Y lo dicho, aunque tenemos cosas muy interesantes, lo cierto es que la serie se empieza a hacer pesada, cada capítulo que pasa las tramas se vuelven más enredosas y es más complicado entender en qué momento semejante madeja de estambre se va a deshilachar... ¡por cierto!, ¿ya les dije que van a nacer gemelos y no sólo un bebé?, pues sí, es de esas cosas increíbles que nos sorprenden de la serie que estamos viendo; escenas simpáticas la de nuestro achicharrado amigo que le lleva flores a su adorada chica y ¿qué creen?, pues que no le gustan y que lo humilla, pero de todas formas la ama y recontraama, así que, poco o nada se puede hacer por el pobre sujeto. La escena de Violet encontrándose a su cuñado y ganándose un buen susto, por supuesto el penoso desenlace del, ahora sabemos, armenio, y claro, el desenlace con la pobre Vivian enterándose que la mujer que visitó la casa y que ella pensaba quería comprarla, en realidad era el fantasma de Nora, la dueña original de la vivienda.
Sin más le doy un 7.5 al capítulo, estamos en decadencia pero vale la pena seguir viendo, los invito a seguir viendo, sobre todo para enterarnos como acaba la historia y si al final, todos los muertos siguen en esa casa...
O se les suman más.
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