domingo, 26 de enero de 2014

Caer...

Es una suave sensación de vértigo, se siente mientras caminas a la orilla, viendo abajo...

¿Cuántas veces lo has hecho?




Ocurre cuando estás frente a tu mejor amiga y ves sus labios... esos dos labios carnosos y sensuales que te provocan besarle, morderle, acariciarle con la punta húmeda de tu lengua y volver a besarle, hasta que se te vaya el aliento, hasta que se te contamine el cuerpo; ocurre cuando miras ese cigarrillo delicioso sobre la mesa, el que se supone que no debes tomar, el que no debes probar porque daña tu garganta y sin embargo, se ve ahí, expectante, caliente, abrasador; pasa también cuando vas por el pasillo de los electrónicos y miras esa costosa pantalla, no puedes pagarla, si te la llevaras acabarías seguramente trabajando dobles o triples jornadas, comiendo agua...


Pasa cuando sientes el roce del codo de tu compañera de trabajo, esa que es todo lo contrario a tu mujer, esa que te acaricia la pantorrilla bajo la mesa del comedor de la empresa y parpadea mimosa durante sus casuales encuentros en la fotocopiadora; pasa cuando tu hija más pequeña juega con tus cosméticos y rompe cada lápiz labial nuevo, como si supiera que son los más costosos, como si supiera que es lo que más valoras y se te levanta la mano sin poderla contener; llega cuando el vecino que detestas pasa frente a tu puerta presumiendo las llaves de su coche nuevo... y sacas la de tu auto mientras te acercas al suyo, sintiendo que fuera un magneto que la atrae hacia su pintura nueva...

Se siente cuando luego de un pleito más con tus "padres", de una broma más de tus "amigos", de un desplante más de tu "novia", de una despedida más de tu "amor para siempre", miras el cuchillo de la cocina, las tijeras, la navaja de afeitar o un simple exacto... y tus muñecas, tan solas, tan limpias y blancas...

Es justo en ese instante, cuando sólo piensas en caer...

2 comentarios:

  1. Se siente aún más cuando el tren acaba de entrar en la estación y tú permaneces tambaleante en el borde del andén, para provocarte adrede esa sensación.

    Pero sobre todo se siente cuando sueñas que te arrastras al final de un precipicio y no puedes despertar...

    Erin Æ.

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    1. La caída... la sensación inmensa en el sueño... aterradora como si estuviera encima de nosotros al acecho y fugaz y breve como un pestañeo. Saludos!

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