sábado, 27 de abril de 2019

"Seguramente te habías ido a fumar un puro" (Mujeres Asesinas, México S03E08)

"-Disfruta tu puro, conde"

Annette y Ana nobles

¡Bienvenidos al capítulo pretexto para oír cantar a Belinda!, espera, ¿no te gusta cómo canta Belinda?, ¡no nos importa!... basado en los hechos reales del asesinato del conde italiano Césare d’Acquarone y de la condena de la artista Sofía Bassi... pero espero de verdad y de todo corazón que ese caso real haya sido más interesante que este, sobre todo que las protagonistas fueran mejores intérpretes que Belinda, porque ¡Santo Cristo!, hasta cuando recibe malas noticias tiene una cara que hace a cualquiera volver la mirada a otro sitio y por Dios, canta tan horrible, a puro suspiro, a pura aspiración. Qué desagradable.


La historia es... extraña. El personaje de Belinda está casada con un conde, la mamá es diseñadora y vive para las apariencias, así que el matrimonio fue conveniente para su negocio, la curiosidad esté en que Belinda le sabe todas las aventuras al marido que es William Levy (el capítulo me car tan en punta del hígado que no me voy a tomar la molestia ni de buscar los nombres que les pusieron a todas), ah sí, Belinda es... ¿Annette?... bueno, que entre muchos disgustos, nos encontramos en una fiesta de Año Nuevo y al personaje de Belinda ya se le nota lo fastidiada que está por el matrimonio arreglado que tuvo con el guapote (ay por Dios, ¿a quién le gusta ese menso con labios inflados?), sobre todo porque en plena fiesta se avienta como a cuatro chicas, se fuma como media caja de puros, se bebé unas quince botellas de champaña y se mete como cuatro líneas de cocaína, se fuma no sé cuanta mariguana, se inyecta quién sabe cuántos opiácidos.


¿En serio?, en una de esas no lo mató el disparo, sino todo lo que se metió ahí mismo delante de todo mundo, porque en serio, el sujeto era una joya con patas metido en un traje blanco impecable; hay un momento en que no se sabe si al conde lo matan porque maltrató a la esposa o lo matan porque puso a la diseñadora en ridículo, el asunto es que como asusta/golpea al hermano pequeño de la esposa entorno a la alberca, pues les colma el plato y lo acaban ejecutando.

Pero la escena es tan absurda, claro que nada justifica que alguien lastime a un niño, pero ¿no se les ha ocurrido que quizá es buena idea educar a los niños para que entiendan cuando un adulto les dice que se alejen?, osea, ¿en serio el niño tenía que arrebatarle la cápsula de cocaína?, porque de entrada ya tenemos ahí una puesta en riesgo innecesaria, la verdad.

Curiosidad, este capítulo tiene ese momento menso donde la Bianchi vuelve en el pasado, porque claro, ella sólo con sentarse de un extremo de la mesa, hubiera resuelto el caso, así que la vemos pidiendo que nos imaginemos a las dos implicadas en su sala de interrogatorio, porque si no metemos con calzador al DIEM, no está completo el capítulo; la actuación de Belinda es mala, hasta para aventar al marido que quiere forzarla se ve torpe y media apergatada, Levy... en serio, es que Levy se ve mejor si no habla, es un sujeto odioso que con esos labios llenos de inflables no ha hecho otra cosa que afearse en exceso, pero claro, las mujeres se hacen pipí si le miran los pectorales desnudos... curiosidad, acá casi no se desnuda del todo, curiosidad.

Voy a insistir, el chiste del capítulo es darnos una oportunidad de ver a Belinda con Levy, así de simple, de que Levy se pasee entre mujeres guapas haciendo que dos mujeres se besen y se desnuden una a la otra, en fin, puro espectáculo erótico sin sentido y sin funcionalidad para el capítulo, que no tiene ni sustento, ni solidez; al mismo tiempo la historia es la oportunidad de ver de nuevo en televisión mexicana a Belinda, darle un escenario para cantar (feo y quejoso por cierto) aunque sí se vea muy guapa y matadora en atuendos muy elegantes de época, eso sí. Aunque que mal se ve Belinda paradilla cabeza y pecho al frente, pistola atrás mirando a Levy amenazadoramente, le sale tan sin chiste, igual que ver a las dos dispararle al hombre, a las dos compartiendo el arma... a las dos diciendo pura mensada.

En fin, ¿se nota que es mi capítulo menos soportado?, que le doy un miserable 7.6, porque es capítulo de adorno nada más, desperdiciando una buena historia aún en vigencia (la Bassi creo que recién andará saliendo de la cárcel por el homicidio real), que bueno, ninguno de los dos guionistas supo aprovechar... 

Dice la cancioncita: qué dolor, qué dolor... ¡qué pena!



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