jueves, 6 de septiembre de 2018

"Lo dicho, rojo piruja" (Mujeres Asesinas, México S02E02)

"Capaz que tengo suerte y hasta te pierdo"

Las Garrido codiciosas

Bueno, esta es la historia de tres hermanas que parece ser, sólo se tienen entre ellas y que, bueno, para ser sinceros no tienen precisamente muchas ganas de salir adelante, de enfrentar la vida como se debe, con trabajo y dedicación; sólo una de las tres cree en la honradez y el trabajo duro, las otras simplemente se sientan a recibir y a esperar que alguien más les dé lo que no se saben ganar. Protagonizada por Patricia Navidad, Galilea Montijo y Ana Brenda Contreras, acompañadas magistralmente por el mero mero del capítulo que es el primer actor Manuel Ojeda, hay que decirlo, la historia de base está como otros capítulos, buen elaborada, llevada con ligereza y simplicidad, pero bien llevada y entretenida.

El problema para estas alturas de la serie, Segunda Temporada ya, es que se le da a veces mucho peso a la "investigación" del famoso DIEM, que no sirve para mucho, porque los casos casi casi se resuelven solos (exagero, lo sé, pero así se siente en muchas ocasiones); así encontramos diálogos absurdos, lentos, huecos y mensos entre los miembros del "talentosísimo" departamento de investigación, que parece montado para broma. Los médicos se hablan con una educación exacerbada, evidente cuando los dos forenses se hablan de usted y se dicen ridiculeces como:

"*El cadáver está listo, colega, le cedo el honor.
*Encantado, con permiso"



Y hacen reverencia y se sonríen bobo y todo el asunto, pero en fin, cosa curiosa y que le quita realismo al capítulo y le da tinte de comedia negra, más que de historia trágica de homicidio, como las entradas pintadas de sangre y la música incidental se esfuerzan en hacer ver; así que los capítulos se mantienen 50/50 entre calidad, realismo y falta de astucia para entretejer mejor las tramas, pero bueno, hablemos más de este en sí. 

Hay que decir que Ojeda está genial, como cada trabajo que él hace, es el jugador mal encarado y presumido, perverso y corruptón, pero lo lleva de forma natural, digamos que el personaje le queda y que se siente cómodo y es creíble, aún me saca una sonrisa verlo llegar a su casa con el producto de haber ganado en las cartas, gritando a voz en cuello su ronco y varonil "¡Concha!"... y la ácida bromita que le hace a la pobre de "¿Te hicieron enojar (sus hermanas), mamita?... pues avísale a tu jeta, que la traes de tres pisos" y su tono coqueto con el que intenta conciliar con su mujer.


Y de pronto Juan es el hombre que tras muchos juegos y enterarse que su mujer fue despedida, que así inicia el capítulo además de la aparición del cuerpo, con Concha (Navidad) que llega a casa con la novedad de ya no tener trabajo, pues él va y juega los candelabros de la pobre, pero gana, ¡por fin gana! y vuelve a casa con el dinero, invitando a la mujer a cenar y dándole un vestido y zapatos que le compró... Juan es un hombre "bueno" cinco minutos, porque recibe la llamada de su amigo al que le acaba de ganar y se va corriendo a seguirle a la jugada. 

Juan y Concha son una pareja venida a menos, porque él juega de más y porque ella ayuda demasiado a sus hermanas, que no dejan pasar la oportunidad de ser mantenidas por ambos, mientras además medio se aprovechan de la situación, una dejándose ver por él y la otra dejando que su hijo, le sirva de achichincle; el avance del capítulo nos va pintando a una Concha desesperada y a la búsqueda del responsable del homicidio de ese hombre aparecido en un riachuelo, mientras las dos hermanas de Concha se unen y sugieren que antes de quedarse en la calle, intenten una opción última: jugarse con Juan la casa y ver si de esa forma, le acaban ganando y ninguna sale perdiendo.


Así, las tres hermanas Garrido organizan una fiestita con Juan, donde además de beberse unas cervezas con él, empiezan a jugar unas apuestas medio bobas, hasta que le convencen de apostar la casa en una jugada que obvio, no iban a perder (si una mujer que se la pasa exhibiéndose en tu casa frente a tus narices, te dice que te apuesta la casa a que no te da "atenciones" junto con su hermana, obvio que ella lo iba a hacer, ya que lo propone y pone el juego); como buen apostador que se precie de serlo, Juan acepta la deuda y la paga, pero pide la revancha, y las reta a jugar ruleta rusa, cosa que se ven obligadas a hacer.

Entre que si juegan y no juegan, Concha cae en la desesperación y la rabia y en lugar de dispararse en el juego de la ruleta, que igual acabarían ellas perdiendo, decide dispararle a su pareja y de ahí, al baño de sangre, hay un paso. El capítulo es entretenido, logra hacer que uno se meta en la historia y hasta en un momento, empatice con ellas, más que con la víctima, porque bueno, problemas extremos requieren medidas extremas, pero de eso... ¿ustedes que opinan?... A este episodio voy a darle un 8.8, merecido y bien llevado, la Navidad está muy bien y mantiene su personaje y aunque la Montijo y Ana Brenda como que no le dan alcance a Ojeda y Navidad, pues bueno, logran su cometido.

Ahí les dejo el comentario y espero que pronto nos veamos en el siguiente... ah y si apuestan, pues no apuesten ni a la novia ni al novio, no vaya a ser que se les rebele.

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