sábado, 28 de abril de 2018

"Imagínate que sale a la calle toda enjoyada, ¡La matan!" (Mujeres Asesinas, México, S01E06)

"Bola de hipócritas, se creen mejor que yo..."

Claudia, cuchillera

"Natalia Esperón fue la primera que se merendó al Señor de los Cielos" leí por ahí sobre este capítulo porque sale Amaya, sí, el del Señor de los Cielos cuando empezaba, igual en un papel de delincuente de poca monta, pero muy guapetón; acá vemos un capítulo que sorprendió a muchos precisamente por Natalia Esperón, porque durante toda su carrera se dedicó casi siempre a papeles de niña buena, princesa bonita, de víctima y no de victimaria y en este capítulo nos vamos a encontrar con una Esperón completamente diferente, distinta. Acá es una infeliz, una completa loca.


Claudia (Esperón) es una mujer adicta a las drogas que junto con su marido en turno, Jorge (Barcelata) roban a los abuelos de éste, señores de buena familia y posición económica desahogada, para mantener su vicio de cocaína; se les ve forzando sin forzar una caja fuerte, de la que se roban 20 mil pesos para comprar sus vicios, pero Jorge es algo más cuidadoso, porque además tienen dos hijas y él sí las quiere, más Claudia es por completo diferente, ella es agresiva, violenta y se excita sólo con las drogas y con la violencia, se siente incitada sexualmente sólo si es sometida, golpeada, etc., sin eso simplemente no logra llegar al clímax, necesita violencia y necesita adrenalina.

Con esa necesidad por encima de cualquier otra, Claudia deja a su marido y se enreda con un ladronzuelo al que conoce en un billar, cansada y aburrida con su marido, así como presionada por la presencia de su mamá y sus dos hijas pequeñas a quienes tiene abandonadas del todo, busca tener emociones más fuertes, deja a su marido y convence a su nuevo amante de que pueden robar la casa de los abuelos de su ex; convencidos de que Claudia tiene la contraseña de la caja fuerte, se dejan llevar por ella a la casa de sus víctimas, uno de ellos creyendo que la mujer está más loca que una cabra, pero el otro tal vez incitado por las ganas de vivir una aventura.

De pronto, lo que empieza como un robo simple de dinero y joyas, acaba en una masacre campal impulsada por Claudia, que no puede evitar sacar toda su rabia por los pobre señores que lo único que hicieron mal fue ser mejores personas, más bondadosos, más ricos y menos adictos; el capítulo cierra con una Claudia enloquecida que víctima de sus adicciones y su obsesión por sentir más, asesina a dos personas inocentes e incita a otros a matar como ella.

Muchos comentarios leí por ahí de que no les gustaba la actuación de la Esperón acá, que su respiración pesada de todo el capítulo es capaz de exasperar a cualquiera y es cierto, la verdad es que pone de los nervios, pero es una buena herramienta de la actriz al final, hace que uno se ponga nervioso con ella, que empatice más incluso y entre en la atmósfera de estrés que se va forjando; creo en lo personal que Esperón hace un buen trabajo, es una loca, no es sólo una drogadicta, no es sólo una mujer perturbada, no es nada más una asesina, es algo más, exaspera en su violencia y parece detestable. Claro que hay escenas idiotas, como la pelea de miraditas y navajas con Amaya, ella con el cuchillo de carnicero más grande que encontró en la cocina y él con la victorinox más pequeña que pudieron comprarle en un tianguis de cosas usadas: ABSURDO.

No es el mejor capítulo, para nada, así que verlo o no, será cuestión de aquellos a quienes les gusta ver las series completas o de a quienes no les importa pasarse uno o dos caps si no son muy buenos; yo a este le doy un 7.8, no porque sea malo, sino porque es de los que menos me gusta y cada que veo la serie o algún cap, este es el que menos me pasa por la mente para repasar, no me gusta ni me ha gustado antes... así que... sin pena ni gloria.


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