
El momento más vergonzoso: fotografías de pequeños, desnudos, infantiles e inocentes, vulnerables.
El momento más triste: la captura de una despedida, el recuerdo de una persona que ya no está y sigue sonriendo eternizada en un trozo de pintura y brillo, cristalizar un momento de tragedia y violencia, la fatídica imagen de un dramático momento humano, animal... terrenal.
El momento más orgulloso: el término de una etapa, el logro de años de esfuerzo, graduaciones, bodas, bautizos, triunfos deportivos, nacimientos y victorias, bélicas, políticas, económicas...

La fotografía es una oportunidad para la posteridad, un intento más del hombre por prevalecer... un arrebato poético de conservación... porque si algo nos interesa como seres humanos es cerciorarnos de que estamos, de que estuvimos y estaremos...
Quizá no siempre, pero perdurablemente...
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