martes, 9 de mayo de 2017

Otra de matones... ¡Perdón, matonas!

Pues sí, me dio la fiebre de estos libros, debo confesar que soy fan de los capítulos, creo que casi podría decir que me sé la serie mexicana al completo y que me he empezado a ver la argentina, aunque si debo y puedo ser sincera, la versión sudamericana me causa un poquito de recelo, porque es mucho más fuerte y cruda que la nacional; no digo con ello que los casos no lo sean, pero siempre he considerado que las escenas de sexo y desnudos en televisión deben usarse cuando sean necesarias, no a diestra y siniestra para ganar adeptos.

Así que bueno, me he empezado a leer los libros, ya les había traído la reseña del primero, ahora les traigo la segunda; creo que es necesario que mencione que Marisa Grinstein encontró la mina de oro (aunque ella al menos le da variadito, no llega al límite de Corín Tellado o de Arjona, ¡gracias a Dios!) y que bueno, el primer libro de tan exitoso, provoca por si mismo, la aparición del segundo, pero el segundo no es tan bueno como el original, y sí, se va sintiendo que la trama decae poco a poco.

Creo que cuando lee uno el primer texto se encuentra antes que nada con la novedad del caso real, de saber que el crimen fue realizable y sobre todo, exitoso (no me refiero a que lograran escapar, pero sí a que pudieran asesinar sin mayores problemas); sin embargo, aunque el segundo volumen tiene ese tono también y es emotivo leer esos diferentes casos, la verdad es que la falta de calidad narrativa, ahora sí hace demasiada mella en el trabajo y la lectura es lenta y porqué no decirlo, muy tediosa... Leer el siguiente será por mera curiosidad y sin ninguna expectativa.

A final de cuentas, conocer un poco las condiciones que llevan a una mujer a asesinar, no deja de provocar un poderoso sentido del morbillo que intriga y mueve; los casos acá se ven acompañados de diversos tipos de mujeres, está la diabólica, al despiadada, la mujer del ferretero (me suena tanto a La mujer del pelotero... ¡eh, merengue!), la tóxica... en fin... y para no irme sin decir nada de los casos en sí, me quedo precisamente pensando en esos dos, la tóxica y la del ferretero... merengue XD

La primera, que fue nombrada en México Jessica para el capítulo hecho por Pedro Torres, se basan en la historia de una tal Nélida que envenenó a su terrible esposo durante dos años, poco a poco, con el veneno para ratas que quedaba en un mondadientes... la verdad es que una acaba con deseos de más bien saber porqué se tardó tanto si tan malo y mamón era con ella... pero en fin; en el caso de la del ferretero, la verdad es que es insostenible el asunto, después de todo ella se dedicaba a la mala vida y ¡zaz! un buen hombre le da hogar y estabilidad, ¡claro que algo malo iba a pasar, se veía venir!


Vamos, que cada caso va más o menos así, las historias son buenas y lo que realmente pega es la realidad que esconde cada historia; pero ahí les va lo peor del asunto, acabé de leer el libro el pasado 25 de marzo, estamos a 7 de mayo... y no recuerdo prácticamente nada de lo que leí... osea, recuerdo de qué va, recuerdo detalles aislados, pero uno tiende a olvidar las historias y la narrativa, es malo decir eso de un libro, porque quiere decir que no deja nada para la posteridad, son una serie de narraciones que van a morir en un tiempo, lectura de ocasión que no tiene futuro... y eso, debería bastar para que sepan mi opinión del libro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario