miércoles, 10 de octubre de 2012

El "Sexenio Valiente" de los Spots de Felipe Calderón



Política... en apariencia y lo confirmará cualquiera que me conozca, soy de esas personas a las que poco o nada les interesa la política de su país, mucho menos las condiciones en que nos encontramos, no paso de lo social y me va o viene quién o qué nos gobierne, porque creo más en el que cada uno debe hacer su parte de la tarea y no nada más las cabezas que a veces están, ¡oh sorpresa!, vacías como cocos; no obstante, las condiciones actuales que aquejan a mi México (porque si es de Calderón, de Ricardo Monreal, de Enrique Peña Nieto, de Andrés Manuel López Obrador y de cualquier otra cantidad de politicos y politiquillos, entonces también es mío) sí me obligan a comentar un poco sobre un Spot televisivo que ha estado desde hace unos días apareciendo en la televisión mexicana.


Ahora que termina su sexenio, Felipe Calderón Hinojosa se ha puesto en el papel de alegre graduado y nos ha llenado de emoción en sus numerosos eventos de inauguración por todo el país con chistes, canciones y sonrisitas desde mi muy particular punto de vista, ridículas y estúpida;, intenta decirle adiós a su gobierno con la mejor de las caras, aunque francamente, hay cosas de él que no tuvieron una. Realmente quizá hubiera logrado irse tranquilamente, vamos, al menos sin que yo me viera en la obligación de comentar algo, quizá hubiera podido pasar desapercibida su despedida como con tantos otros presidentes, de no ser por esos Spots... esos malditos spots ¬¬

"Gracias por hacer de éste un sexenio valiente"

Valdría la pena preguntarnos a propósito de ese lema, a qué se refiere con "sexenio valiente", qué entiende él por valentía... ¿será acaso porque tuvimos que aguantar índices de violencia como no se habían visto en décadas?... ¿será que muchos tuvimos, en más de una ocasión, que contener un grito de sorpresa o de horror al ver cómo hombres armados arremetían contra civiles sin más ni más?... ¿o que teníamos que callarnos cuando éramos vigilados, sometidos, atemorizados, amedrentados?

¿Cuántos mexicanos han tenido que soportar un secuestro?, ¿cuántos están por ahí, pagando desde hace meses, una cuota de seguridad para que un grupo delictivo no vaya a sus casas, les secuestren un hijo o les suelten un rafagazo de metralla a la fachada de su negocio?; soy afortunada, sí, porque no he vivido en mi propia carne los estragos de la inseguridad actual, pero sí he visto las marcas en los rostros de gente cercana, de mi prima menor que tuvo que soportar 3 horas de secuestro y tuvo como recuerdo que llevar un collarín por dos meses más, mi tío que tiene la marca de quemadura del cañón de una pistola en el cuello, una prima más que tuvo que conducir a más de 180 kilómetros por hora, huyendo de una balacera en la que no tenía ni vela, pero venía, en su fuga, tras sus pasos.

Sí, mi México es muy valiente, soporta hasta lo inconcebible y se levanta para seguir soportando, soportó saqueos, robos, tomadas de pelo y de más... pero agradecer por el sexenio valiente, cuando fue el sexenio con más muertes bajo la mano del crimen organizado... ES UNA MENTADA DE MADRE... me molesta que se suba el cuello, como si él hubiera logrado la gran cosa, cuando sabemos que provocó muchas más, es absurdo que se regodeé en lo que hizo, cuando el número de muertos es infinito...

Vean las noticias, pero no las de la televisión busquen en blogs y demás, vean cuántos ejecutados van en Sinaloa, en Guerrero, en Veracruz, en Coahuila... vean las fotos en que se aprecian los tiros de gracia, la tortura, el terror en los ojos, la sangre derramada que cubre nuestra tierra; no diré cifras, no tiene caso, la gente, las personas no son números, son familias, son seres que tenían a quien amar y que tuvieron quién les llorara... aquellos que hayan sentido el terror de tener que encerrarse en una habitación por minutos eternos, temiendo que de un momento a otro derrumben la puerta y entren a hacerte sólo Dios sabe qué, me entenderán.

México es valiente, valiente hasta las cachas... y qué bueno que lo agradece, Calderón.

Pero yo no le agradezco un sexenio en el que nos vimos obligados a serlo.


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